Albacete celebra la edición 299 de la feria más popular de Castilla la Mancha
G.S., Albacete. Una de las preguntas más clásicas del Trivial es la referida a cómo denominó Azorín a Albacete. La Nueva York de la Mancha es la respuesta. Aunque cuando el escritor hizo tal asociación la ciudad apenas tenía 100.000 habitantes, hoy sigue sin tener rascacielos, ni estatua de la libertad, ni ha sido escenario de tantas películas, ni sus taxis son amarillos, ni las alcantarillas humean, ni hay un CSI. Albacete se podría parecer en algo estos días a Nueva York en la heterogeneidad de gente que se congrega en sus calles con motivo de la Feria 2009, una buena oportunidad para salir a la calle y pasar todo un día entre artesanía, atracciones, casetas de gastronomía local, toros y música. Ambiente urbano como el que pretendía comparar el escritor y que confirma el dicho de que ancha es Castilla, en esta ocasión para divertirse con la excusa de la 299 edición de su feria.
No es Campo Grande en Valladolid con su feria gastronómica, pero podría serlo; tampoco estamos en la Casa de Campo de Madrid en alguno de los eventos organizados bajo el paraguas del PCE, pero podría serlo; ni en la Feria de Abril, es distinto. El Paseo del a Feria de Albacete tiene un carácter propio. Su presencia podría ser similar a la de los ejemplos señalados, con una entrada principal con el nombre de la ciudad iluminado por miles de bombillas que da acceso a los denominados chiringuitos de feria casi sin oportunidad para el descanso en las 24 horas del día. Los coches aparcan como pueden ante la impotencia de los agentes de policía y de las brigadas de control de tráfico contratadas para la ocasión.
Este año destacan los carteles del Tricentenario, que se reparten por todo el paseo ferial como advertencia de que la de este año es la víspera de los 300 años de un certamen que pretende ser de interés turístico internacional. Cualquier excusa es buena para divertirse y estar en la calle. Así despide Albacete el verano, con sus vecinos de fiesta, entre ruido, tapas, atracciones de feria y toros. Hasta el próximo jueves 17, la ciudad ofrecerá una variedad de propuestas para todos los gustos y sin el reposo de rigor que pediría la patrona de todo este sarao: la Virgen de los Llanos.
Óscar Delgado