360gradospress entrevista a Carlos de Andrés, la voz del ciclismo en las tardes de siesta de la Vuelta Ciclista a España
ÓSCAR DELGADO, Valencia. Con 21 años al pie de la información ciclista en el ente público, Carlos de Andrés repasa para 360gradospress la actualidad ciclista bajo el ruido de fondo de Radio Vuelta. Cree que en este deporte hay tramposos como en otras disciplinas de la vida y piensa que la Operación Puerto contra el dopaje no ha estado bien planteada “pero ha servido porque la cosa se estaba complicando mucho”. Desconoce si se retirará comentando clásicas y grandes vueltas ciclistas y cada tarde asume el reto con Pedro Delgado de entretener a los espectadores cuando el soniquete de la Vuelta anima a dormir la siesta.
¿Cuántos años lleva Carlos de Andrés vinculado al ciclismo desde el ámbito periodístico?
Pues ya llevo 21. Al principio de forma menos intensa pero desde el segundo o tercer año sí que me dediqué más de lleno.
¿Por qué el ciclismo?, ¿siempre había sido tu deseo ser periodista del mundo del pedal?
No, no, no. Yo tenía claro desde un principio que quería ser periodista deportivo, tenía claro que quería dedicarme a comentar cosas, pero luego a veces la vida te lleva. Encontré una buena oportunidad con una persona que se marchó de la empresa y lo empecé a comentar en catalán en Cataluña. Luego poco a poco me incorporé al equipo de Pedro González, quien desgraciadamente falleció en el año 2000 y la tele confió en mí para seguir.
Y a partir de ahí hasta formar el dúo dinámico de las anécdotas ciclistas en televisión con Pedro Delgado
Bueno, yo creo que tenemos muy buen feeling y eso nos permite hacer bromas que, quizá, y según como, podrían llegar a ser malentendidas. Pero la gente que nos ve habitualmente ya sabe que somos y que trabajamos así. Con el tiempo he cambiado bastante; al principio era más serio y más riguroso. Luego fui aprendiendo que las carreras son muy largas, que acumulamos muchas horas de transmisión y que debe haber un poco de tiempo para todo. Entonces, hay que ser serios cuando toca pero también hay que saber que esto no deja de ser un espectáculo.
Le voy a dibujar un escenario: etapa en línea, nadie se mueve en el pelotón, tres horas por delante de retransmisión y la hora de la siesta por antonomasia, ¿cómo se consigue hacer espectáculo y entretener con estos ingredientes?
Es evidente que hay un horario y que la gente se duerma es normal, incluso a mí me ha pasado viendo alguna otra carrera. Eso es así. Lo mejor es no pensar mucho en eso; nosotros intentamos ser entretenidos e intentamos hacer bromas. Lo que tenemos claro es que las transmisiones son muy largas y que hay que hacer algo. Porque también sabemos que la carrera tiene sus momentos; hay momentos más interesantes y menos interesantes. Lo que nosotros buscamos siempre es un equilibrio, que es lo más difícil.
Desgraciadamente, en los últimos años este deporte se ha visto salpicado por numerosos casos de dopaje. Como profesional de la comunicación, ¿cómo distinguir la verdad de la mentira en este aspecto?
Yo he tomado mucha distancia con respecto a todo eso. Lo que sí es verdad es que al principio dudas, pero yo ya no creo mucho en nada. Si hay un positivo, es un positivo y no caben más planteamientos porque para eso están los controles. Lo que sí veo es que poco a poco los ciclistas y sus equipos han entrado en una cierta responsabilidad que antes faltaba. Esto se había convertido en una locura y, lógicamente, no podía ser. Soy el primero que piensa que la Operación Puerto no está bien hecha, pero ha servido porque la cosa se estaba complicando mucho. Es decir, la gente estaba arriesgando mucho y eso no podía ser.
Y el hecho de que el informe emitido por el COI respecto a la candidatura de Madrid para albergar los JJOO de 2016 contenga peros a la lucha contra el dopaje en España, ¿qué parte puede tener el ciclismo dentro de esa advertencia?
A mí eso me hace mucha gracia. Siempre se ha dicho que en países como España, Portugal e Italia es mucho peor, pero luego se ha demostrado que en Alemania o en Austria hay dopaje radicalísimo. Qué quieres que te diga, la UCI tambiñen dijo en su momento que sólo hay dopaje en el sur de Europa, pero como te digo lo de Alemania es escandaloso. Lo que existe, existirá, ya que siempre habrá tramposos. Es decir, si tú eres un corredor que no tienes una profesión definida que no sea el ciclismo o trabajas en cualquier otra profesión, la que sea, pero para ganar poco dinero y alguien te puede decir “oye que si haces esto puedes ganar carreras” y si ganas carreras sabes que puedes ganar 300, 500 o 700.000 euros
pues sí que habrá gente que arriesgará. Pero eso es porque la sociedad es así, no creo que sólo sea en el ciclismo. Todo funciona así y en todos los sitios hay tramposos que se arriesgan.
¿Cómo puede entender un aficionado que uno de los favoritos para ganar la Vuelta sea un ciclista como Alejandro Valverde que no puede correr en otros países como Italia acusado de dopaje?
Pues es algo incomprensible. En este deporte falta mucho orden. No puede ser, es como cuando a un corredor le sancionan y puede volver siempre que lo haga en según qué equipo. Aquí hay leyes que están por encima de la ley. No tiene ningún sentido. Pero yo siempre digo lo mismo: sin payasos no hay circo y sin corredores no hay carreras. Un día que quisieron parar la carrera en el Tour por los pinganillos, la pararon. Pues yo creo que tendrían que pararla para cosas más importantes, no por llevar un auricular o no en la oreja.
¿Considera que beneficia o perjudica en la lucha contra el dopaje que ciclistas retirados reconozcan a toro pasado que se doparon?
A mí que un corredor lo reconozca me parece bien. Ahora que, como el caso de Laurent Fignon, lo haga veinte años después me parece ridículo. Porque si ha hecho eso lo que tendría que hacer a la vez es devolver todo el dinero que ha ganado, y si no lo devuelve que no lo diga. Eso, como gané siete millones de euros con el ciclismo, aquí los tienes. Porque, si no, es decir “yo lo reconozco pero ni puedo pagarlo con nada”. A cualquier corredor de estos tendría que ir alguien de la fiscalía y pedirle que devolviera todo el dinero que ganó engañando. Si no, no sirve de nada, es absurdo.
Centrándonos en lo estrictamente deportivo, ¿Carlos de Andrés se atreve a vaticinar un ganador de esta Vuelta?
Creo que Alejandro Valverde lo tiene bien, tampoco el recorrido tiene cronos muy largas, hay muchas bonificaciones en las etapas de montaña
Pero no lo tengo muy claro porque seguro que habrá otros corredores que van a estar ahí animando la carrera, está muy abierta.
Como espectador siempre recuerdo la sempiterna crítica a las retransmisiones procedentes de al televisión francesa porque no enfocaban a los ciclistas españoles, ¿sigue pensando lo mismo?
Últimamente creo que pasa menos. En la época de Beloki sí que la realización se detenía poco en él porque era un corredor que no lucía mucho. Pero ahora, con Alberto, está saliendo bastante. Ellos lo que buscan son corredores que vendan y Sastre y Beloki pues quizás no vendían mucho. Pero, insisto, eso está cambiando.
En la actual Vuelta Ciclista a España desembocan todos los que no han hecho buena temporada, ¿cree que a pesar de ello sería bueno volver a situarla en el calendario en primavera?
Si vuelven a poner la Vuelta en abril, la participación bajará porque incluso los españoles algunos no querrán ni venir por si arriesgan su participación en el Tour. Esta fue una apuesta muy arriesgada, la hicieron y pienso que no ha salido mal, tampoc es que haya salido super bien, pero otra reestructuración y volver a cambiar todo no sería una buena solución.
¿Se ve Carlos de Andrés jubilándose en la televisión con el ciclismo?
No tengo ni idea. Soy consciente de que llevo muchos años y de que todo se acaba. No tengo ni idea si se acabará el año que viene o dentro de cinco pero, sinceramente, tampoco me preocupa. Hasta ahora he hecho de todo y si dejo de hacer esto pues haré otra cosa. Lo que sí hice en su momento fue reducir los días de estar fuera de casa porque van pasando los años y se hace muy largo. Pero, ahora, si se acaba el año que viene o dentro de tres, da lo mismo.
¿Cómo ha llevado la familia eso de que esté tanto tiempo fuera?
Bueno, lo ha llevado decentemente, pero hay épocas que se ha hecho duro porque he llegado a estar 150 días al año fuera de casa y sí que llegó un momento en que eso no me apetecía y lo pude controlar. Ahora hago alguna carrera como la París-Niza, la Vuelta y el Tour y la verdad es que es fantástico, lo que permite una vida mucho más equilibrada que la otra.
Carlos Juan
