Sorprendente comedia dramática con diálogos intensos. Una crónica de la amargura que viven algunas personas preocupadas únicamente por mantener una vida que no quieren pero de la que les es muy difícil escapar.
Hacía tiempo que una película de laque no esperaba gran cosa logró sorprenderme gratamente. Smart People, dirigida en 2008 porNoam Murro, narra la historia de unafamilia estadounidense. El padre, Lawrence Wetherhold (Dennis Quaid), profesor de Literatura en la Universidad y viudodesde hace años, su hijo, estudiante universitario, su hija (Ellen Page), una adolescenteintrovertida absorbida por los libros y el conocimiento, y el hermano adoptivodel primero (Thomas Haden Church),un buscavidas que se aloja en la vivienda familiar y cuyo espíritu nada tieneque ver con el de los otros tres protagonistas. En ese entorno aparece ladoctora Janet Hartigan (Sarah JessicaParker), que poco a poco empieza a robarle el corazón al profesor deLiteratura.
El ritmo de la película es lento perocreo que así consigue trasladarnos mejor el carácter reprimido e infeliz de loscinco protagonistas. A medida que van pasando los minutos uno va viendo cómointentan cambiar de actitud, rompiendo los moldes y las rutinas que a cada unode ellos les impide dar rienda suelta a su vida. Al final lo consiguen aunqueno sin antes verse envueltos en situaciones a veces cómicas, en ocasionessurrealistas.
Estrenada en el Festival de Sundancepasó desapercibida para la crítica y el público y posiblemente sólo losseguidores de Ellen Page y Sarah Jessica Parker hayan mostradointerés por la cinta pero, a mí, insisto, me sorprendió para bien.
David Barreiro