Ha fallecido el guitarrista más internacional que ha dado España, un artista por los cuatro costados y maestro de maestros, Paco de Lucía. Si para tocar guitarra con sentimiento hay que hacer algo más que tocar las seis cuerdas que la componen, Paco de Lucía lo realizaba, bajo mi humilde opinión, mejor que nadie.
Pero Pacode Lucía es mucho más que un guitarrista sensacional, es una persona que se haganado el respeto y la admiración a pulso, ya que ha conseguido algo que sóloalgunos elegidos consiguen: revolucionar el flamenco y poner a todo el mundode acuerdo. Nadie abrió la boca cuando fusionó por ejemplo el cante hondo conel jazz.
Sin duda,hoy más que nunca, nadamos todos entre dos aguas, entre el maremoto de surepentino fallecimiento esta mañana en México y la alegría de poder seguirdisfrutando de cada una de sus composiciones, de verdaderas obras de artemusicales que quedan ya grabadas en la historia de la música de nuestro país yque han conseguido que no solo se hable bien de él hoy, sino que elreconocimiento a Paco de Lucía siempre ha estado presente en nuestra sociedad.Valga como ejemplo el Premio Príncipe de Asturias que recibió en el año 2004,la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes que se le otorgó en el año 1992o la Distinción Honorífica de los Premios de la Música concedida en 2002, sinolvidar que hace tan solo cuatro años fue nombrado Doctor Honoris Causa por laUniversidad de Cádiz y por el Berklee College of Music.
A lo largode su trayectoria compartió escenario con artistas de primera fila a los quenada tenía que envidiarles porque será difícil que otro repita lo que él haconseguido transmitir con sus manos de oro. Además, la suya ha sido unacarrera basada en la modernización del flamenco más puro, pues a nadie se leolvida los mano a mano que se marcó con Bryan Adams, Carlos Santana. Lo quequizá pocos recuerdan es lo presente que estuvo Paco de Lucía en los inicios deAlejandro Sanz.
De subiografía y de sus últimos momentos se llenarán las páginas de los periódicosde mañana, las pantallas de nuestros televisores y ordenadores, las radios denuestro país. Pero de lo que no podrán llenarse es del sentimiento y de lassensaciones que solo él, sólo su guitarra, sólo sus manos, sólo su maneravivir, sí de vivir el flamenco y sus raíces, consiguen transmitir al público. Portodo eso, ahora que se va Paco de Lucía solo cabe decir que el legado nos dejalo convierte en un artista inmortal para muchos de nosotros. Y por todo eso hayque bendecir la hora en que se le ocurrió coger una guitarra porque de no serasí nos hubiéramos perdido a un artista sencillamente único e irrepetible.
D.E.P.
Adrián Cordellat