Resulta extraño todo. Una película basada en la vida de Pablo Picasso que sea una comedia, que esté dirigida por un sueco, que, salvo para los muy cinéfilos, sea una gran desconocida y que resulte una verdadera obra de arte.
Las aventuras de Picasso, una cinta deTage Danielsson, rodada en 1978,ofrece una mirada imaginativa de la vida y obra de uno de los artistas másfamosos del mundo -encarnado por Gösta Ekman-a la vez que relata con humor los acontecimientos políticos y la situación dela sociedad del momento.
Primero Málaga, después Madrid, mástarde París, su escarceo por Nueva York, sus viajes relámpago a Londres…Plaza a plaza esta película nos va desgranando cómo se dio a conocer Picasso y cómo estaba el planeta enaquella época. Que nadie piense que se trata de una película sencilla. Bastafijarse en los decorados -tienen su coña- para darse cuenta de que está hechacon muy poco presupuesto pero con millones de ideas imaginativas y resultonas.Quizá, en parte, la película surgiera tras el boom que siguió a la muerte de Picasso en 1973. Desde esa fecha sonmuchos quienes se apresuraron a explotar cualquier cosa que tuviera relacióncon él. En la cinta hacen broma hasta de eso.
Hay quien ha escrito de Las aventurasde Picasso que se trata de una comedia trabajada a modo de farsa, con estilodramático caracterizado por la extravagante actuación de los personales peromanteniendo la credibilidad, reforzada, en gran medida, por tratarse depersonajes históricos. Considerada por la crítica internacional como “unade las películas más divertidas desde los días de Buster Keaton, Chaplin ylos hermanos Marx“, estamosante un largometraje de altura.
La película arranca con una cita delpropio Piccaso: “El arte es una mentira que nos lleva más cerca de larealidad” y acaba dejando un regusto de buen cine, humor, historia ydivertimento. ¡Es genial! ¿Se puede pedir más?