Doce vías para expresar la tradición y el folclore

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Lacausalidad que lleva a alguien a asistir a un concierto puede venir precedidadel machaqueo redundante de una radio fórmula devoradora que convierte en éxitotodo lo que reproduce más de seis veces al día; del convencimiento colectivo deque ése es un gran grupo y porque como las críticas apuntan a que lo es “he deir para comprobar si es cierto” (sic.); de una herencia de la adolescenciatrasladada a la madurez y, de ahí, al disfrute evocador de grandes momentos deuna etapa de la vida sin canas; o de la que se lleva en pleno siglo XX1 (2.1),la que procede de la globalidad de redes sociales musicales en las quecompartir gustos melómanos es un hábito y descubrir talentos plurilingües, unejercicio sano.

 

Lavía por la que este semanario asistió al concierto que ofreció Manel el pasado10 de marzo en el Palacio de Congresos de Valencia fue, precisamente, lacorrespondiente al último de los factores causales apuntados y la de conocercómo suenan en directo unos ‘pequeños diablos’ que cantan en catalán como laseda, que tienen un deje tradicional de la era del folclore popular masivo yque gusta en Cataluña, en Madrid, en la capital del Turia o en cualquier ciudaden las que ya se han acostumbrado a colgar el cartel de no hay entradas cuandoactúan.

 

Y noes de extrañar. Porque Manel proponen una apuesta musical sin complejos, tantímida en el planteamiento de los cara a cara con el público como atrevida enlos canales empleados para conectar con dicho auditorio sosegado, despierto,atento, dispar y entregado en clave de complicidad con el cuarteto catalán.Aunque, para ser verosímiles con la propuesta que ofrecen en directo,habría que apuntar a doce apóstoles (4+8) de la música que, con más o menosprotagonismo, desfilan notas de buen rollo, de sencilla ironía, de familiaridadcotidiana, de sonrisas disfrazadas de diálogos encubiertos de lo que más gustaa la gente que escucha música: la evasión sin ambages.

 

Porquepresenciar un concierto de Manel (4) es sinónimo de multiplicar la destrezamusical a la hora de percibir el sonido de instrumentos que abarcan desde elviolín, la viola, la tuba o el trombón… los empleados por la notable compañíamusical (8) que les socorre para acompasar los temas de cabecera de lalimitada (tienen todo el tiempo por delante) pero populista producción  de los catalanes, muy bien acompasados porese elenco de músicos tan campechanos como la escena, como ellos, como supúblico, como la naturalidad de ver en directo una actuación en directo ‘de siempre’ataviada con estética ‘de ahora’.

 

Si quieres conocer más de Manel, 360 GradosPress les entrevistó hace unos números…

 

Inma Aznar, periodista

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