Entre 2009 y 2011 Vertigo tuvo la feliz idea de sacar una serie limitada de novelas gráficas autoconclusivas con un denominador común: el género negro. La iniciativa fue aplaudida por los aficionados al género y a las viñetas y, aunque el resultado de los títulos publicados fue irregular, algunos de los tebeos que formaron esta colección de Vertigo Crime fueron grandes obras. Quizá uno de los más destacados fue, precisamente, el que abría la serie: Asquerosamente rica, un álbum firmado por el mismísimo Brian Azzarello.
La historia no es nueva. Tampoco excesivamente original. Richard “Junk” Junkin es una ex estrella del fútbol profesional cuya carrera fue prematuramente abortada por una lesión, de manera que debe trabajar como vendedor de coches para poder ganarse la vida. El trabajo no le entusiasma pero al menos le permite disfrutar de vez en cuando de la fugaz compañía de Victoria, la hija de su jefe. Ella va y viene, descontrolada; es rica y está acostumbrada a hacer lo que le viene en gana. Lamentablemente sus caprichos la ponen en aprietos de vez en cuando así que su padre no encuentra otra opción que mantenerla vigilada por alguien de su confianza ¿adivináis quién?
Junk se las promete muy felices con la excusa que le ha brindado su jefe para no despegarse a sol y a sombra de Victoria. Sin embargo será a partir de aquí cuando empiecen sus problemas. Porque ella es fría y manipuladora y está dispuesta a aprovecharse de la devoción de Junk para obligarle a cumplir todos sus deseos. Aunque entre estos se encuentre el asesinato.
Asquerosamente rica es un retorno al género en estado puro, a las revistas pulp de los años treinta en las que la mentira, la manipulación y el asesinato son la moneda corriente y en las que nadie puede salir indemne de la historia. Ni siquiera sus protagonistas. O especialmente estos porque su ambigüedad moral los sitúa en un terreno tan cenagoso que terminarán completamente enfangados. Esto es en gran medida uno de los elementos más característicos del género: protagonistas complejos, defectuosos, duros y, en ocasiones, no muy inteligentes. Perdedores que tratan de salir adelante sin darse cuenta de que caen en los mismos errores, una y otra vez.
La tortuosa relación de Junk y Victoria tiene todos los ingredientes del noir clásico. Dibujado por el ilustrador español Víctor Santos, con un aspecto tosco que casa perfectamente con la historia, Asquerosamente rica no presenta un planteamiento novedoso en absoluto. Todo lo contrario. Es un paso atrás hacia las mugrientas raíces del género negro. Y, a veces, es una auténtica delicia poder regresar a los orígenes. Por crudos que estos sean.
Lorena Padilla