Rubiales es el presidente de la AFE. Accedemos a la fórmula mágica que ha empleado para evitar la huelga y que todos queden contentos
Ó.D., Madrid. Conoce bien las cañerías del fútbol español. Se formó en clubes cuyos futbolistas saben lo que significa no cobrar, no pagar la hipoteca o caer en embargos. De hecho, en su etapa como jugador del Levante o del Alicante se encontró con el sabor amargo de jugar sin cobrar. Su afán por mejorar las cosas le condujo a la presidencia de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), cargo que ocupa desde mediados de marzo.
En apenas un mes, ha conseguido desatascar las incertidumbres a las que se enfrentan los futbolistas más débiles, los que no salen en las portadas de los periódicos, gracias a su capacidad negociadora con el resto de instituciones del fútbol español: Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Liga Nacional de Fútbol Profesional (LNFP) y Consejo Superior de Deportes (CSD). No le ha hecho falta ni ejecutar la huelga que hubiera paralizado la competición liguera y aspira dar un segundo paso: un Gran Pacto por el Fútbol Español que termine con las injusticias en el deporte del balón. Luis Manuel Rubiales recibe a 360gradospress para repasar su intensa trayectoria de un mes en la presidencia de la AFE.
¿Cuál ha sido la fórmula mágica para que en un mes se solucione un problema, el de los futbolistas modestos que se quedaban sin cobrar, que no se había conseguido remediar en años?
La clave ha sido el poder sentarnos con todas las partes del fútbol español (CSD, LNFP y RFEF) y poner en común con ellas cuál era la situación real, ya que unos conocían una parte y, otros, conocían otras. Como lo que pedíamos no era ninguna injusticia, sino todo lo contrario, era algo coherente, justísimo y de una necesidad extrema pues hemos conseguido llegar a una solución de manera muy rápida.
¿El que Rubiales estuviera en el Levante o en el Alicante viviendo situaciones desagradables de impago ha servido para defender mejor los intereses de los asalariados del fútbol?
Se hizo más patente en el Levante y en el Alicante, pero prácticamente me ocurrió lo mismo en más de la mitad de mi carrera. Los impagos son reiterados y frecuentes. Cualquier futbolista que juega más de diez temporadas a nivel profesional o semiprofesional los sufre. De hecho, no sólo yo, sino que en mi Junta, todos los miembros los han sufrido alguna vez en algún momento de su carrera. Por lo tanto, creo que sí, que en cuanto a la experiencia y a la sensibilidad es un extra porque sabemos ponernos en el lugar de quien está sufriendo esas injusticias.
¿Todo este proceso con final feliz ha servido para que la gente y los aficionados se den cuenta de que de la necesidad de matizar el mito de que el futbolista gana mucho dinero?
Ha servido para muchas cosas, pero de cara al fútbol, y de forma interna, ha servido para que los jugadores estén más informados y unidos que nunca. Ahora mismo los de primera, segunda, segunda b y tercera van en un mismo camino. De hecho, con la huelga convocada, cuando a los de primera y segunda se les solucionó el problema continuaron en huelga hasta que no se hizo lo propio con los de segunda b. Y ha servido para que nos demos cuenta de que hay muchos futbolistas que tienen unos sueldos normales que arrastran deudas con el agravante de que no pueden romper su contrato como cualquier otro trabajador a no ser que se convierta en una situación desagradable para todos. Lo más normal es que el futbolista esté obligado a cumplir el contrato federativo.
En lo personal, la satisfacción que debes sentir por ayudar a tus compañeros, ¿se ha visto alimentada estos días por mensajes de ex compañeros con los que compartiste vestuario?
Hay mucha gente agradecida. Pero cuando he hablado con alguien le devolvía las gracias dándoselas de nuevo porque si no hubiéramos estado unidos no habría sido posible. Aunque también es cierto que desde el día siguiente a la desconvocatoria de huelga y de haber conseguido lo que se ha conseguido nos hemos puesto a trabajar en otros asuntos, como la ley concursal en las categorías humildes, que es un mazazo para el futbolista de segunda b, y la posibilidad de solucionar mediante un comité la situación que vive la tercera división para que este mismo año puedan conseguir que sus clubes les paguen y, si no lo hacen, puedan reclamar las cantidades en tiempo record.
Y los de primera división, ¿qué grado de compromiso han ofrecido?
A la primera reunión asistieron representantes de todos los clubes de primera y todas las plantillas reaccionaron enseguida mostrándonos su apoyo. Siempre digo que el primer equipo que visité fue un equipo de tercera, el Motril C.F.; y el último, el F.C. Barcelona donde pude hablar con los capitanes, que nos mostraron un apoyo total y una solidaridad 100 por 100 hacia jugadores de segunda b y tercera que no cobran.
Terminaste tu carrera de futbolista jugando en Escocia, ¿allí ocurría lo mismo?
Estuve sólo un mes y medio, dejé un contrato de dos temporadas. Allí, incluso, me pagaron por adelantado. Por lo que por asunto de salarios no tuve ningún problema. Pero no conozco ese fútbol en profundidad.
¿Te gustaría entonces ver algún día el titular de que se ha cerrado ese Gran Pacto del Fútbol Español que solucione todos los flecos que quedan por cerrar?
Es una frase que yo puse de manifiesto y que ofrecí al resto de instituciones que forman con nosotros las cuatro patas del fútbol español. Espero que no sea una frase que quede en la memoria como algo bonito o algo poético, sino que sea funcional. Hacen falta medidas de control, un órgano de control para el fútbol español
Se han sentado las bases a partir de la existencia de relación entre las instituciones. Aunque llegamos en un momento en que la gente pudo pensar que fue un poco brusco, por anunciar una huelga a los tres o cuatro semanas, la forma en que se ha salido de las negociaciones me permite decir que las relaciones están en un momento excepcional con todas las instituciones.
¿Cómo puede interpretarse que un equipo como el Mallorca, a punto de entrar en Champions League para la temporada que viene, pueda ver peligrar su concurso por temas económicos?
Aquí subyace un asunto que ocurre en más de una ocasión en todas las categorías, que es el enfrentamiento entre ley y norma. Lo que puedo valorar en mi caso es el concurso de acreedores en sí y la situación en España. Si un club que aspira a jugar la Champions entra en concurso de acreedores demostrará que muy pocos clubes están libres de esa posibilidad, por lo que se requerirá de un esfuerzo mayor para crear una estructura que pueda prevenir. Y eso paso por que pasemos del sistema penalista actual a uno garantista para futbolistas y empleados de los clubes.
El presidente de la AFE, ¿hacia qué colores mira en este sprint final de temporada?
Yo soy levantinista, pero conservo cariño por el Jerez y cómo no voy a tenerlo por el Motril, que es el equipo donde me formé. Pero sería injusto desde mi posición decantarme por algún equipo, me decanto por todos. Eso sí, tengo mi corazoncito y la pasión, como todos, cuando empieza a rodar el balón.
¿Qué opinas del IRPF que pagan los futbolistas españoles y los extranjeros?
Ha habido un cambio importante que hace justicia porque pagan todos lo mismo. Pero también es cierto que este debate se ha establecido para los jugadores que ganan más de 600.000 euros. Es decir, que los que ganan menos cuando llegan a España lo hacen pagando el 24 ó el 25 por ciento, lo que genera una desigualdad tremenda hacia los buenos jugadores españoles que no son estrellas y por el que los clubes pagan un 15 o un 20 por ciento más. La cantidad que paga el club sale mucho más barata por un jugador extranjero que por uno español del mismo nivel. Se ha dado, pues, un gran paso para generar una igualdad pero quizá se ha perjudicado a un jugador de un buen nivel pero que no es estrella que se ve con un salario más bajo o en otra categoría.
¿Te podemos denominar el Robin Hood del fútbol español?
No, porque Robin Hood quitaba a los ricos para dárselo a los pobres. Aquí a cada uno hay que darle lo que es suyo, no hay que quitar nada a nadie, sino darle a cada cual lo que es suyo.
Óscar Delgado