Algunas piezas de autores reconocidos en el ámbito internacional han hecho las maletas para conocer mundo. Esta semana en 360 Grados Press descubrimos esta propuesta cultural viajera, la cual despierta la envidia sana de los adultos, pues se dirige exclusivamente a los más pequeños.
Que un museo haya recibido 45.000 visitas durante sus tres años de existencia no resulta un dato especialmente llamativo. Sin embargo, que éstas correspondan en su totalidad a menores y que la institución en cuestión haya recorrido más de 40.000 kilómetros con dicho fin sí que marca una diferencia. En líneas generales, así es la historia de Musée Mobile (MuMo), el cual ya ha viajado por Francia, Camerún, Costa de Marfil, Bélgica, Suiza y que, actualmente, se encuentra de ruta por España. “La idea es ir al encuentro de niños de ciudades y de pueblos de todas partes. Muchos de ellos están alejados geográfica y socialmente del arte. Y esas son justamente las poblaciones a las que queremos llegar con la intención de democratizar el acceso a la cultura“, explica Lucie Avril, quien es la coordinadora de la iniciativa.
El punto de partida
Este peculiar proyecto nació en 2011 en el país galo, de donde es originaria Ingrid Brochard, su fundadora. “Ella nunca tuvo oportunidad de ver obras de artes plásticas cuando era pequeña, así que de mayor decidió compartir su pasión por ellas con los niños. Para ello, se inspiró en el modelo de las bibliotecas ambulantes“, relata Lucie. En definitiva, se trata de un intento por romper con el elitismo que frecuentemente se atribuye al arte en general y a su vertiente contemporánea en particular, convirtiéndolo en un instrumento didáctico y vivencial a incluir en la educación infantil. Siguiendo con las palabras de la coordinadora: “Permitir que los niños estén en contacto directo con creaciones concebidas especialmente para ellos es muy importante, ya que esto les permite generar una relación íntima con éstas al poder tocarlas, sumergirse literalmente dentro o caminar sobre ellas. Ofrecemos un encuentro único pensado para la franja de edad de entre seis y doce años, que es cuando se enseña a leer, a escribir o a contar en la escuela. Nosotros creemos que también es muy importante aprender a mirar, a sentir y a compartir“.
¿Pero qué se exhibe concretamente?
El MuMo peregrina a lomos de un camión que despliega una muestra de 45 metros cuadrados allí donde hace una parada. Aunque reducido, este espacio ha sido ideado para permitir que los artistas salgan de los formatos habituales y presenten su talento sirviéndose del contenedor que transporta el vehículo sin dejar un recoveco libre. De esta manera, techo, laterales, cavidades varias, suelo, escalera y barandilla pasan a formar parte de una exposición que, aparte de pintura, escultura, cerámica o dibujo, comprende también piezas audiovisuales. “Todas ellas fueron creadas bajo el lema Vivir Juntos“, matiza Lucie. Esta consigna y que el público sólo pueda estar integrado por menores han sido las únicas condiciones impuestas a los autores participantes, los cuales finalmente se cuentan en más de una docena: Daniel Buren, Paul Mc Carthy, Maurizio Cattelan, James Turrell, Sébastien Cordoleani, Nari Ward, John Baldessari, Ghada Amer, Florence Doléac, Eija-Liisa Ahtila, Pierre Huyghe, Farhad Moshiri y Roman Signer.
El último destino, que no el final
Con todo, este museo móvil aterrizó en España el pasado mes de septiembre, siendo Cataluña el primer territorio a recorrer. El propósito de la organización es cubrir el país de este a oeste durante unos cuatro meses mediante cuarenta etapas distribuidas a lo largo de las comunidades autónomas de Aragón, Castilla-La Mancha, Madrid, Castilla y León y Galicia; siempre contando con el apoyo de entidades culturales locales y con la financiación de la Fundación Daniel y Nina Carasso, que es el principal patrocinador de la iniciativa. Asimismo, para la ocasión se ha logrado la colaboración del artista nacional Miquel Barceló, quien ha contribuido con un “misterioso” trabajo de cerámica. “Cada país visitado es una nueva aventura para el MuMo y el equipo, porque descubrimos maneras diferentes de hacer, de ver y de expresar. Una vez terminemos aquí en enero, esperamos volver a rodar por Francia, Suiza
¡y tal vez otros lugares!“, concluye Lucie.
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La foto de la portada exterior es de Marc Josse
José Manuel García-Otero