Existe en un pequeño pueblo de Albacete de poco más de 500 habitantes un templo que sirve desde hace décadas como lugar de encuentro de una comunidad religiosa, basada en la tradición y en los mitos germánicos, que se erige sobre virtudes para el hombre y la mujer como el valor, el honor, la lealtad o la hospitalidad: la odinista.
Actualmente existen en España más de 7.000 lugares de culto de diferentes confesiones religiosas minoritarias, que representan alrededor del 21% del total. El más curioso de ellos posiblemente sea el Templo de Odín, el primero en el mundo construido en honor a Odín, dios principal de la mitología nórdica, en los últimos 1.000 años. Y se encuentra en Navas de la Jorquera, una pequeña localidad de poco más de 500 habitantes de la provincia de Albacete, que alberga a la Comunidad Odinista de España-Ásatrú (COE).
Esta organización religiosa, repartida hoy por Europa y América, fue creada en 1981 en Madrid por un grupo de estudiantes universitarios de la Escuela de Minas de Ríos Rosas, que habían salido escaldados del Franquismo que conocieron en su última etapa y que estaban en desacuerdo con el adoctrinador catolicismo del momento. “Antes apartarse del cristianismo imperante en el que nos habían educado era un peligro para el Régimen, pero nosotros queríamos ser paganos y lo llevábamos dentro como una semilla, que por fin pudo germinar“, expresa Ernesto García, presidente de la COE (@CirculoOdinista).
Los más de 9.000 miembros (40 de ellos en Navas de Jorquera) practican una religión pagana, inspirada en la tradición y los mitos germánicos y adaptada a nuestro tiempo, que propugna la práctica de una creencia ancestral nativa indoeuropea, el odinismo. Según García, con ella se regresa a los orígenes desde tres puntos: la naturaleza y la sacralización del mundo, el culto a los antepasados y la aventura de ser conscientes de que no estamos solos en el universo. Una confesión como “resonancia del alma arquetípica de los pueblos germanos“, como células que forman un cuerpo y un alma comunitarios, el hamingja.
“El hombre es una semilla de los dioses sin terminar, imperfecta, un puente sobre el abismo y nosotros creemos en una religión que no sirve de salvavidas para ir al cielo, a la vida eterna, sino en una que se apoya en la tecnología y en la física cuántica, conceptos que nos ayudan a vivir el día a día; la muerte no existe, es otra forma de vida“, valora el presidente de la COE.
El odinismo busca la superación de hombres y mujeres a nivel intelectual e irracional, lo que se refiere al alma y al mundo de los sueños, desde el respeto y la igualdad entre ellos y las características físicas y psíquicas que les definen.
Cada miembro rige su vida a partir del Poema Hávamál o Discurso del Altísimo, un conjunto de enseñanzas y máximas de comportamiento que abarcan diversos aspectos de la vida cotidiana, y de las denominadas Nueve Nobles Virtudes: valor, verdad, honor, lealtad, hospitalidad, disciplina, independencia personal, laboriosidad y perseverancia. Por ello no existe un odinista no practicante, ya que estos dogmas van impregnados en el ser de cada miembro.
Aunque sus rituales no son tan fuertes y extensos como los de otras religiones mayoritarias, sí celebran festividades anuales que marca la naturaleza: el solsticio de verano y de invierno y el equinoccio de primavera, así como otras de origen pagano como Halloween.
“La iglesia católica es un instrumento de control que utiliza rituales como el rezo a modo de trampas psicológicas que eliminan la libertad individual; nosotros, en cambio, vivimos nuestra espiritualidad de manera natural: acudimos al templo y de manera privada damos gracias a los dioses cada mañana por ofrecernos la luz, mientras que por la noche hacemos recuento de las cosas que hemos realizado durante el día y si han sido acertadas o erróneas. Y nunca nos arrodillamos ante ellos, ya que desde nuestro orgullo sería como humillarnos, ya que los dioses son como hermanos mayores para nosotros“, diferencia García.
Por otro lado, el presidente de la COE cree que la percepción que la gente que no forma parte de su comunidad tiene sobre ellos está cambiando, ya que antes sufrían el escepticismo y que se les tomara como locos. En la actualidad, gracias al laicismo, “ya no hay opresión social para ser católicos“, pero considera que mucha gente les tiene miedo, sobre todo, quienes se consideran ateos.
Una religión oficial en España desde 2007
La COE está radicada en Reino Unido, Portugal, América (las tres zonas reúnen cerca de 1.500 miembros) y 15 de las 17 comunidades autónomas (actualmente se están construyendo dos nuevos templos en València y en Segovia) de España, país en el que está reconocida por el Gobierno española como religión oficial desde 2007, permitiendo celebrar ceremonias civiles legalmente vinculantes como uniones matrimoniales.
David Casas