Dando la vuelta la mundo

Las peonzas están más de moda que nunca. Una pequeña carpintería afectada por la crisis se reinventa en la fabricación de trompos hasta convertirse en la empresa más importante a nivel internacional en este producto. Una historia romántica y singular que Trompos Space cuenta a 360gradospress.

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Es uno de los juegos más antiguos que se conocen y nos evoca una niñez en la que los más pequeños se divertían “picando” unas peonzas contra otras en la calle. Pero la llegada del ordenador y los videojuegos alejaron los trompos de la infancia. Hasta hoy.

 

Si se pregunta a un niño, sea de México o de Hungría, si conoce el Saturno o el Neptuno, no lo van a dudar: son sus peonzas favoritas.  La “culpa” la tiene Trompos Space, una empresa valenciana que nació en plena crisis y que ahora exporta a todo el mundo. “Empezó en 2005 de la mano de un padre y su hijo, Javier Caballero. Tenían una carpintería, pero con la caída de la economía no les entraban pedidos. Decidieron aprovechar los materiales de los que disponían y empezaron a elaborar peonzas de madera, de las de toda la vida. Primero, a los niños del pueblo a los que se generó una gran expectación; y, después, fueron creando la moda en otros sitios”, relata la directora de marketing de esta empresa, Esther García.

 

Sólo el año pasado facturaron tres millones de euros. ¿El secreto de haber puesto la peonza en el punto de mira de los más pequeños? Una fabricación de calidad “100% made in Spain” y la inversión en innovación. De hecho, el punto de inflexión les llegó cuando en 2009 evolucionaron a la peonza acrobática, aquella con la que se pueden realizar trucos increíbles. “Añadimos el rodamiento a la punta” –explica Esther García – y sacamos el concepto roller, a través del cual el juego no tiene límites, sólo la imaginación del niño”.

 

Esta evolución de la peonza permitió a la marca darse a conocer al resto del mundo, ya que el trompo acrobático es una modalidad de los años 50 del siglo pasado muy popular en Estados Unidos. Este juguete, bautizado como Saturno, logró tal éxito que se empezaron a vender decenas de miles de unidades. Después, le siguieron los modelos Júpiter y Neptuno, éste fabricado con acero inoxidable, el único del mercado.

 

Por ello, ahora es la empresa más conocida y prestigiosa tanto en España como en el extranjero en la venta de peonzas. Han trabajado in situ en distintos países europeos y, actualmente, se encuentran en Nápoles para conseguir en Italia el éxito cosechado en España.

 

Estos emprendedores también tratan de sacar productos novedosos todos los años, que se agotan en cuestión de días, y cuentan con dos campeones mundiales de trompo acrobático que actúan como prescriptores.

 

“Una de las cosas que más nos gusta es ver cómo niños y niñas de todas las edades y de distintas provincias o países vienen a concursos. Llega a juntarse un centenar y, entre otras cosas, comparten trucos. Aquí no hay barreras de idioma ni de nada -hicimos un concurso con personas sordomudas-, sólo ganas de jugar con el trompo. Hasta los padres nos dan las gracias por que sus hijos salen a la calle a jugar y a interactuar con otros niños”, señala la directora de marketing.

 

En España y en Italia hay mucha afición a las peonzas, pero también en Estados Unidos y países latinoamericanos como México. Además de resucitar un juguete que parecía perdido, el trompo no tiene fronteras y está dando la vuelta al mundo.


                                                                                                                                                                     @_Guiomar_  

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