El pinchadiscos Brian van Andel está logrando hacerse un hueco en la industria de la música electrónica, que cada año conduce a las masas por los principales festivales nacionales e internacionales en busca de diversión, energía y mucho ritmo.
La música electrónica mueve mucho dinero en todo el mundo y España no es una excepción. Más de una cuarta parte del mercado musical de nuestro país tiene este sonido y más de un millón de personas acuden a los festivales que lo recogen, que recaudan al año cerca de 30 millones de euros. Un estilo de música del que muchos quieren vivir a nivel profesional, no solo por las ínfulas económicas que atraen a cualquiera, sino porque marca una forma de vida tutelada por la industria que la envuelve y que se compone de ritmo, fuerza y “subidones” masivos de energía.
Brian van Andel (@brianvanandel) no quiso perder el tren de este manera de vivir tan agitada y ansiada al mismo tiempo por muchos y se subió a él en cuanto tuvo oportunidad. Momento grabado en su mente muy similar al de la mayoría de los que comenzaron de niños o de adolescentes en la música: con un regalo que cambiaría su rumbo. En su caso: una pequeña mesa de mezclas.
Este joven de padre holandés y madre española hace tan solo tres años que consiguió dar el salto definitivo de lo que era una afición para deleite de sus amigos a una profesión que le llena por dentro y con la que consigue encaramarse en los escenarios de discotecas e importantes festivales de ciudades como Castellón (Arenal Sound), Mallorca (BCM), Zoológico (Madrid), Londres o Miami.
¿Cómo llegaste al mundo de la música a nivel profesional?
Desde bien pequeño siempre he sido un apasionado de la música, desde la clásica hasta la electrónica, y del piano. En casa no somos músicos, pero nos gusta la música a toda la familia. Los domingos mi madre siempre la ponía muy alta y arreglábamos la casa. Mi padre es un fanático de la electrónica de toda la vida y siempre me traía los últimos discos desde Holanda para que los escucháramos. Gracias a esto empecé a escuchar a muchos artistas y géneros distintos.
¿Cómo definirías en una frase el estilo de tu música?
Enérgico y que no te permite parar de moverte. Siempre me he caracterizado por la energía de mis sets, en los que me paso el tiempo moviéndome. Me aburren las sesiones que son todo el rato igual y por eso las mías tienen todo tipo de música. No puedo estar quieto ni un segundo. Estoy todo el rato bailando mientras estoy pinchando.
¿Qué estilos musicales te gusta fusionar en los platos?
No me gusta que una sesión sea lineal, es decir, que sea todo el rato el mismo estilo de música. Me encanta el hip hop y, por supuesto, el trap. Suelo pinchar mucho estos estilos y mezclarlos con temas de música electrónica. También depende del lugar en el que estés y el horario en el que pinches. Eso hay que tenerlo muy en cuenta también, ya que no siempre puede hacerse una sesión que esté todo el rato arriba de ritmo.
¿De qué DJ has bebido en tu crecimiento como profesional?
Siempre lo he dicho y siempre lo diré: soy fan de Steve Angello. Lo sigo desde bien pequeñito y siempre ha sido como todo un ejemplo a seguir. Otro DJ al que le tengo mucho respeto y al que este verano vi por primera vez en directo en Mallorca fue Skrillex. Sus mezclas me parecen increíbles.
¿Es importante tener nociones académicas de música para ser un buen DJ?
Sí, siempre es mejor saber de más. Aunque no tanto para pinchar como para producir. Para pinchar, al fin y al cabo, con la práctica aprendes, pero para producir es muy importante tener nociones musicales, sobre todo, para el tema de composición, conseguir armonías, probar acordes, etc.
¿Cuáles son las claves para ser un buen DJ que haga saltar y bailar a quienes llenan la discoteca o el espacio del festival?
Como DJ debes saber respetar el horario en el que estás tocando y saber leer y entender al público que tienes delante. Es muy importante conocer lo primero, porque no siempre vas a poder pinchar los hits. No puedes llegar a una sala y que te toque hacer un warm up (ser quien calienta la pista antes de la actuación principal) y pinchar todos los hits porque vas a quedar muy mal de cara al siguiente DJ y de cara al promotor. Ya te llegará el momento en el que puedas ponerlos, pero hay que aprender a respetar eso. Luego es importante saber jugar con el público, que canten, que se lo pasen bien. Es vital interactuar con la gente que está ahí abajo.
En los últimos años se ha vivido un boom en la música de discoteca o de festival, protagonizado por el éxito internacional de DJ de la talla de David Guetta o Avicii, que ha potenciado la aparición de otros imitadores o seguidores que proyectan la imagen de que cualquiera que sepa poner cuatro discos en una mesa de mezclas se puede hacer llamar pinchadiscos. ¿Qué opinión te merece esta polémica?
Ser DJ no es solo poner música. Lo más importante es saber leer y entender a la gente. Uno puede dárselas de ser el mejor DJ, pero si no mueves a la gente no te van a volver a llamar. Lo principal es que el público se lo pase bien y quiera volver a repetir.
¿Con qué pista o destino sueñas hoy como DJ?
Me encanta Barcelona, es una ciudad muy dinámica. Siempre han apostado mucho por la música y hay salas como Razzmatazz u Opium que son prueba de ello. Me parece increíble y les admiro completamente. Siempre he soñado con pinchar allí y espero ir muy pronto. Pero de momento estoy contento con lo que voy haciendo y, poco a poco y con mucho esfuerzo y trabajo, estoy consiguiendo lo que siempre he querido hacer: vivir de la música.
Laura Bellver