Con la segunda temporada en pleno rodaje, True Detective lleva camino de convertirse en un referente en el género negro televisivo. En estas series, saturadas hasta ahora de asesinatos de diseño, el componente psicológico cargado de mal rollo que ha introducido True Detective ha supuesto un auténtico revulsivo. Sin embargo esta negrísima tendencia narrativa no es en absoluto una exclusiva de la serie de moda. Hay más títulos en esa línea negra clásica. Y no sólo en la tele; en el cómic, que es lo que nos ocupa, existen un buen puñado de volúmenes en los que el género negro es llevado a sus máximas consecuencias. Esta semana repasamos uno de los mejores: Scalped.
Dashiell Caballo Terco salió años atrás de la reserva india de Prairie Rose en Dakota del Sur con la intención de no volver jamás. Sin embargo allí está de nuevo. Buscando trabajo y problemas. Porque en la reserva parece que ambas cosas van de la mano. Sobre todo si eres un exmilitar con mal temperamento y tendencia a propasarte con la bebida. Entonces tus opciones son pocas y casi todas pasan por servir, a un lado de la ley u otro, al gran jefe Cuervo Rojo, el gerente del casino de la reserva y padrino de la mafia local.
Sin embargo las cosas no son lo que parecen. Dashiell (referencia, por cierto, al maestro del género negro Dashiell Hammett) es un agente encubierto del FBI que parece dispuesto a traicionar a los suyos para esclarecer un asesinato cometido más de treinta años atrás. Un asesinato que todo el mundo desea olvidar. Incluso el propio FBI.
Enfrentado a sus raíces y las contradicciones de su experiencia como agente doble, Dashiell se dejará caer por una espiral de alcohol y violencia hasta hundir la cara en el barro de la desesperación junto a la que fuera el gran amor de su infancia, Carol Ellroy (otra referencia), que ahora malvive alquilando su cama para poder comprar una papelina.
Scalped no es una historia amable. Ni siquiera es un relato agradable. Es un tour guiado al lado más salvaje y cruel de las praderas norteamericanas para conocer, de primera mano, el desesperante caos en el que viven algunas reservas indias. El guionista Jason Aaron ha creado una historia violenta que viaja a la esencia del género negro para recuperar dos de las claves fundacionales del género: por un lado el retrato del perdedor abocado al fracaso y, aun así, tenaz en su empeño de llevarse todo por delante, incluso su propia vida.
Por otro lado, Scalped es un fantástico fresco de personajes secundarios a cada cual más interesante, que articulan una compleja crítica social de la situación sin salida a la que se ven abocados los residentes de la mayoría de las reservas indias de Estados Unidos. Una vida que, con frecuencia, los lanza a la indigencia cuando no abiertamente a la criminalidad. Y sin embargo Aaron también guarda espacio para la redención y para la admiración para esos nativos americanos que, contra viento y marea, han sido capaces de mantenerse de algún modo fieles a su historia y a sus tradiciones. Aunque eso, en ocasiones, haya significado tener que sacrificar su alma en el intercambio.
Magnificamente ilustrada por el serbio R.M. Guéra un habitual del cómic español y francés que, por cierto, vive en Barcelona, la serie se publicó regularmente entre 2007 y 2012. Nunca fue una serie de cosechar muchos premios pero la revista Empire la considera como uno de los 30 cómics imprescindibles de la historia.
Desde luego ningún fan del género negro debería perder la oportunidad de echarle un vistazo a Scalped. Pero no serán los únicos en sentir curiosidad por este cómic. Seguro que tampoco deja indiferentes a aquellos incapaces de comprender cómo es posible que hoy en día todavía exista una nación del Tercer Mundo viviendo en el mismo centro de los Estados Unidos.
Lorena Padilla