La Galería Dionís Bennassar de Madrid inaugura el 5 de junio una original colección de cuadros superpuestos, el nuevo desafío del madrileño Jorge Morgan en su progresión hacia una concepción tridimensional del arte.
Elfluir de las palabras es un conjunto de obras encerradas en urnas demetacrilato en las que el pintor y escultor rompe con la concepciónbidimensional de la pintura, concebida habitualmente en dos planos, paralanzarse a una superposición de estructuras pictóricas en las que el color, lasformas, la perspectiva, la profundidad y las palabras se entremezclan en suprogresión hacia una concepción tridimensional del arte.
Elhechizo de los ríos, el cuerpoengendrador de la mujer y las palabras, tres de las grandespasiones e inspiraciones en la trayectoria artística de J. Morgan, se conjugande forma armónica en esta nueva colección: “Son colores, brillos, trazos de lasriberas, letras que evocan su nombre, vegetación que se sugiere y se esconde,rocas serpenteadas por el agua. No es una imagen física, real del río, sino elhalo que deja su fluir en mi espíritu, en planos superpuestos”, afirmasobre la misma el autor.
El fluir de las palabras es antetodo una revolución personal y casi intransferible del pintor y escultormadrileño, una progresión decidida hacia la concepción tridimensional que elartista madrileño ya comenzó a ensayar en su anterior propuesta expositiva, consus Mujeres a la hora del té y el jardínde los cactus, expuesta recientemente en el Palacio Ducal de Medinaceli. Denuevo, el artista juega con las perspectivas, la profundidad de la mirada alabordar las obras y las tonalidades alegres del trazo colorista que enmarcan sunueva producción.
El carácter simbólico de las urnas
Cada unade las piezas que J. Morgan presentaen El fluir de las palabrasel próximo 5 de junio en la GaleríaDionís Bennassar de Madrid está cubierta por una piel de metacrilato que laencierra y a la vez despierta el deseo del visitante. “Son obras muy mías y muy complejas técnicamente, así que micapricho fue encerrarlas. Y así permanecerán mientras sigan siendo mías. Sufuturo poseedor podrá decidir entre retenerlas o liberarlas. Para mí es comocontener la esencia de un aroma o de un instante”, sugiere.
El amor, el sentido de la vida, elcruce de palabras, el destino y la alegría de las emociones vividas a flor depiel componen un elenco de miradas por descubrir. Así, la simbología de lasurnas prevalece como punto de inflexión entre la obra del artista y la visiónmás íntima de quien la contempla.
“Como en toda creación que aspire aser arte, la pintura, mi pintura es una palabra lanzada a la mirada delespectador a la espera de una respuesta, su emoción. Creamos para volcar lasensibilidad que nos posee, y una vez creada, satisfecha y alumbrada nuestrapasión, la obra sólo aspira a hallar, a descubrir una mirada nueva, la delespectador”, revela el autor, impaciente por hallar esas nuevasmiradas.
La exposición individual de JorgeMorgan se podrá visitar en la Galería Dionís Benassar hasta el 30 de junio.
David Barreiro