Aparicio y 'Litri' rememoran con 360gradospress las tardes en que toreaban juntos y rescatan anécdotas entrañables, justo seis décadas después de comenzar la senda de maestros.
Como cada año, el club taurino de la localidad valenciana de Foyos organizó su Semana Cultural Taurina, que llegaba a su XXIX edición. En esta ocasión, los protagonistas indiscutibles fueron dos maestros que rememoraron las tardes en que toreaban juntos con un exitoso mano a mano dialéctico el pasado viernes 26 de noviembre.
360gradospress se acercó hasta allí para conocer, de primera mano, las sensaciones de estos dos toreros emblemáticos y entrañables tras cumplirse seis décadas desde que tomasen la alternativa de manos de Cagancho un 12 de octubre de 1950 en Valencia. Esta ciudad ha sido santo y seña para ambos diestros que quisieron estar, una vez más, con la afición valenciana.
El maestro Julio Aparicio habló así acerca de la capital levantina: “Para mí ha sido importantísima por lo que ha significado en mi carrera como matador de toros, aquí tomé la alternativa y fue una tarde preciosa, la más emotiva de mi trayectoria y además tenía una afición estupenda”. También el maestro Miguel Báez Litri tuvo unas palabras de cariño hacia Valencia. “Ha sido muy significativa desde el primer momento porque nací en Gandía, tomé la alternativa en Valencia y tengo una relación especial con esta ciudad, yo con ella y ella conmigo”, señaló el diestro.
Desde que eran novilleros, el tándem Aparicio-Litri empezó a funcionar y a ofrecer verdaderas tardes de toros en las plazas de toda España. Litri admite haber vivido “tardes inolvidables desde 1949 en las que hemos hecho el paseíllo juntos”. Por su parte, Aparicio comentaba: “Toreamos siete novilladas seguidas en una feria, llegamos a torear juntos con tanta frecuencia que al público le gustaba vernos a los dos en el mismo cartel”.
Por lo que respecta al reconocimiento que se han ganado a lo largo de sus carreras, Julio Aparicio, para quien el mundo de los toros “ha cambiado totalmente”, aseguró que es “muy bonito que la gente se acuerde de uno y eso me hace mucha ilusión, les estoy muy agradecido”. También en este aspecto coincide con Miguel Báez Litri, quien añade que se ha sentido “muy querido por el público y sigo sintiendo el calor de la afición”.
Descendencia taurina
Además, se da la coincidencia de que los dos tienen hijos que han llegado a ser matadores de toros, si bien Litri hijo ya no está en activo y es apoderado en la actualidad. Aparicio reconoce que nunca quiso que su hijo fuera torero, “pero era lo que él quería y pensé que era mejor ayudarle en todo lo posible”, admite orgulloso de su descendiente. Lo mismo hizo Litri, que recuerda -entre risas- que su hijo no quería ir al colegio, “empezó a acudir a tentaderos y yo tuve que asumir que era lo que soñaba y que lo mejor que podía hacer era ayudarle”, finaliza el maestro.
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