Asistimos a la 16ª Muestra de Payasos de Xirivella (Valencia) para cambiar el rumbo de la coyuntura actual desde el clown
S.C., Valencia. Crisis, ¿quién dijo crisis? Toca reírse de la coyuntura actual y para ello 360gradospress ha visitado la 16ª Muestra de Payasos de Xirivella, que reúne en este municipio de Valencia hasta el domingo 22 a lo más granado del panorama internacional del clown.
Por una semana, las calles de este pueblo del cinturón metropolitano de Valencia se ha puesto la característica nariz clown para reírse del ridículo que siente el payaso cuando cumple su objetivo: que la gente se ría al identificar su comportamiento con las torpezas y mostrencos que dibujamos en la vida cotidiana. A nadie la gusta caerse cuando mil ojos están pendientes del incidente pero si elevas ese hecho a la categoría de arte, el del ridículo, el objetivo se habrá cumplido.
Es lo que han hecho las compañías que han ido desfilando por las calles, por el teatro municipal y por el polideportivo de Xirivella y que lo harán hasta el próximo domingo 22, día en el que se podrá disfrutar incluso de un partido de fútbol clown en el que los aficionados a este deporte podrán encontrar parodias de carcajada a las situaciones que otros fines de semana se toman tan en serio.
La iniciativa, organizada por el Ayuntamiento de Xirivella en colaboración con las ONG Payasos sin Fronteras, PayaSOSpital y Médicos sin Fronteras, cumple 16 ediciones con la satisfacción de “salir a la calle y olvidarte de las preocupaciones, que hoy en día son muchas. Mi marido se ha quedado en paro y las compañías de payasos han conseguido que sonría. Tenemos una hija y ella no tiene por qué sufrir nuestros problemas, un acierto”. Ester tiene 37 años y es una vecina de Gandia que se ha acercado a Xirivella para aparcar sus problemas económicos por unos días. “Tenemos familia y no nos gusta faltar”, comenta otro vecino de Valencia que ha disfrutado de su lado más clown.
A ver, poneros delante de la pantalla, a cinco centímetros de estas letras. Si lo habéis hecho es porque confiáis demasiado en vuestra suerte inocente. Saludos clown.
Roberto N.Cataluña