Andreo: “En este país tenemos ‘futbolitis’”

El portero del CN Sant Andreu, medalla de oro en los JJOO de Atlanta y en Fukuoka repasa su trayectoria profesional

REDACCIÓN, Barcelona. Ángel Andreo (Madrid, 1972) escenifica con su humildad la realidad del waterpolo español, un deporte sacrificado, minoritario y que luce sus mejores galas en cuanto a audiencia se refiere una vez cada cuatro años, con motivo de la celebración de los juegos olímpicos. El jugador afronta el último tramo de su carrera profesional en las filas de uno de los grandes, el CN Sant Andreu, al que acaba de llegar esta temporada procedente del Waterpolo Zaragoza. Tiene una dilatada carrera como internacional, ganador, entre otros metales, del oro en Atlanta 96 y en el campeonato del mundo de Fukuoka 2001 o del bronce en Melbourne 2007. Algunos lo han jubilado antes de tiempo, pero Andreo confía en el buen hacer que ha caracterizado su carrera para no cerrar definitivamente las puertas de la selección y conseguir títulos con su nuevo equipo.

360gradospress.com: ¿Quién es Ángel Andreo hoy en comparación con el que empezó a jugar en el Club Encinas de Boadilla?

Ángel Andreo: La misma persona que la que comenzó. Aún consiguiendo éxitos deportivos sigue con la misma humildad y el mismo trabajo diario.

360: ¿Cómo se vive en el CN Sant Andreu?

AA: La verdad que la acogida ha sido muy buena. Estoy muy contento, la gente me ha recibido desde el principio como si hubiésemos estado muchos años juntos; estoy muy contento.

360: Tres partidos, tres victorias. El inicio liguero del Sant Andreu habrá ayudado a ese buen ambiente. ¿A qué saben estas victorias?

AA: A un colchón de nueve puntos, a estar imbatidos y en la cabeza de la tabla.

360: La piscina de Sant Andreu tiene más poso de veteranía, ¿te ves ya como un veterano?

AA: No, nunca me he visto como un veterano. Me he visto siempre como un jugador más, un jugador para ayudar al equipo y para conseguir éxitos.

360: ¿Cómo fue la decisión de dejar la selección?

AA: Bueno, es lo que han dicho, que he dejado la selección, pero de mi boca no ha salido nada de eso. Otra cosa es que el seleccionador cuente conmigo o no lo haga. Está claro que comienza un nuevo ciclo y será complicado, son cuatro años hasta la nueva cita olímpica y ya se tiene una edad, aunque soy de los que piensan que la edad es lo menos importante en un deportista mientras que su rendimiento esté al nivel que debe estar.

360: ¿Entonces no le cerramos las puertas aún a la selección?

AA: No, a mí me gustaría estar. Pero la última palabra la tiene el seleccionador y no he hablado con él sobre este tema. Pero sea lo que sea lo afrontaremos de la mejor manera.

360: ¿Un madrileño si quiere triunfar en el mundo del waterpolo debe hacer las maletas para irse a Cataluña?

AA: Antiguamente, y por desgracia, sí. La cuna del waterpolo siempre ha estado en Cataluña, aunque no tiene por qué hacer las maletas e irse a Barcelona para triunfar, pero el nivel más elevado está aquí en Barcelona y porque como no hay diversificación de equipos en España, sólo hay Madrid y Barcelona, pues para evolucionar como jugador hay que hacer las maletas por desgracia.

360: ¿Qué medalla pesa más de todas las que has ganado?

AA: Si te digo la verdad, todas las medallas tienen su peso, tienen su valor y todas las medallas cuestan, sean del color que sean. Me quedo con todas, me pesan en su conjunto.

360: ¿La de Atlanta no tiene una mención especial?

AA: Bueno, es un logro importantísimo a nivel de selección, se había conseguido la plata anteriormente en Barcelona 92 y el éxito de Atlanta fue muy importante.

360: ¿Qué le hace falta al waterpolo en España para que la gente lo siga más allá de los JJOO?

AA: La Televisión. Por desgracia, en este país tenemos futbolitis, sino es fútbol difícilmente un deporte de los llamados minoritarios puede estar arriba. Los medios de comunicación son los que mandan, sobre todo la televisión. Y también existe el factor que he comentado antes, el que no sólo en Madrid o en Barcelona esté el waterpolo, sino que se extienda por toda España.

360: ¿El puesto de portero es el más sacrificado?

AA: Es un puesto distinto al del resto del equipo. Es un puesto solitario, en el que tú eres el último defensor y, como consecuencia, el responsable de los goles y es el puesto en el que más críticas se reciben. Si un partido se pierde, la culpa es del portero y si se gana, pues es el equipo.

360: En el mundo del fútbol siempre se dice que los porteros deben tener un toque de locura, ¿en el waterpolo pasa lo mismo, estáis locos?

AA: Siempre se ha dicho que el portero está loco, pero yo creo que no. El portero es uno de los que más sensatez debe mostrar al estar dentro del agua. Tiene que tener visión del juego defensivo y luego dirigir a sus compañeros.

360: ¿Y qué hace falta para ser un buen portero?

AA: Con la experiencia un portero mejora, a más años entre los palos, mejor posicionamiento en la portería, ves más claras las situaciones y ganas en reflejos, explosividad y en concentración.

360: Yo en mi habitación tenía un póster de Emilio Butragueño, ¿qué póster tenía Ángel Andreo en su habitación?

AA: Si te digo la verdad, ninguno.

360: ¿No has tenido ningún ídolo?

AA: Tampoco. He sido admirador de deportistas, pero ídolos, lo que son ídolos, nunca he tenido.

360: ¿Y alguna figura del waterpolo con la que te quedes de todos estos años como deportista?

AA: Por suerte he podido compartir con grandes jugadores momentos importantes y me quedo con todos ellos, con todos con los que he podido disfrutar de este deporte.

Redacción

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