“No hay una fórmula de éxito, la gracia está en experimentar”

Ana Ramón Rubio es la creadora, directora y guionista de la conocida webserie valenciana ‘Sin Vida Propia’ que cosecha más premios de los que podían imaginar cuando comenzaron. Después dirigió el cortometraje ‘El Camerino’ y ahora está inmersa en el rodaje de su nueva miniserie digital ‘Todos queríamos matar al presidente’. Tres proyectos audiovisuales que en los últimos meses han resonado con fuerza en el panorama del cine, sin embargo falta una “industria clara” en nuestro país y en la mayoría de casos continúa siendo una quimera rentabilizar las webseries. Desde 360 Grados Press hablamos con ella para conocer fórmulas de financiación y los ingredientes necesarios para crear un producto de calidad, atractivo para la audiencia.

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Después de la webserie Sin Vida Propia que traspasó fronteras, llegó El Camerino no con menos expectativas, ¿os esperabais este éxito cuando comenzasteis?

La verdad es que nunca que empiezas un proyecto te planteas el éxito que pueda llegar a tener. Desde luego que todo lo bueno que nos llegó con Sin Vida Propia fue una sorpresa. Cuando empezamos a hacer la webserie ni siquiera sabíamos que existieran los festivales específicos, así que mucho menos nos imaginábamos recibir premios en EEUU o Canadá. Planteamos rodar los episodios y subirlos a Youtube, simplemente, pero después fuimos descubriendo otras vías y decidimos probar suerte. Con El Camerino, por ejemplo, no nos ha ido tan bien a nivel presencia en festivales. Cada proyecto funciona o no funciona dependiendo de mil factores, así que tener las expectativas demasiado altas no es bueno. Ni demasiado bajas. Yo creo que lo mejor es hacer lo que te gusta y si gusta a los demás, pues mejor que mejor.

 

Y cómo fue vuestro comienzo, ¿recuerdas ese preciso instante en el que pensaste quiero hacer webseries? ¿Por qué escogiste este formato y no otro?

Lo cierto es que nunca me planteé hacer webseries. La primera llegó casi por casualidad. Íbamos a rodar un episodio piloto para televisión y dijimos ‘ey, ¿por qué no lo reestructuramos y lo emitimos a través de internet como Malviviendo?. No conocíamos muchas más webseries por aquel entonces ni estábamos nada puestos en el formato, fue una aventura y fuimos aprendiendo todo por el camino.

 

Cómo directora y guionista de cine, ¿qué requisitos piensas que tiene que cumplir una pieza audiovisual para ser atractiva de cara a la audiencia?

Ufff, aquí iba a estar si lo supiera, ja,ja. A veces un proyecto que no esperas que tenga tanto éxito lo tiene, otras veces el que crees que va a apasionar a la audiencia es ignorado… No hay una fórmula y ahí está la gracia, en experimentar.

 

También estás trabajando en un largometraje, ¿podrías adelantarnos algo?

El guión está escrito y el proyecto está armado. Estamos buscando financiación. El productor es Ximo Pérez, de Trivisión, y poco más se puede contar porque todavía estamos en el proceso y no queremos gafarlo.

 

Después del éxito de El Camerino ahora llega el fenómeno del que todos hablan Todos queríamos matar al Presidente. ¿Qué se va a encontrar el espectador?

Es una historia que mezcla thriller con comedia negra. Trata sobre un grupo de personas que bromean con envenenar a un presidente ficticio cuando tienen acceso a él en una fiesta. A partir de ahí, el presidente fallece en extrañas circunstancias y hay unas 100 personas que podrían haber sido. Así que la vida de personas normales se ve envuelta en un caos inimaginable.  

 

Habéis juntado a todo el equipo artístico de Sin Vida Propia para rodar la serie pero con papeles completamente diferentes, ¿qué crees que va a sorprender más de la trama?

El personaje de Fede Rey, Debora, la última prostituta travestida es, yo creo, el choque más marcado de los papeles de Sin Vida Propia a TQMAP a nivel actoral. Creo que todos los actores han crecido muchísimo en estos años y los espectadores lo van a notar. Ana Caldas como Rosana está increíble, de hecho, ya pensaba en ella como protagonista cuando escribí la serie. También María Albiñana como Doña Margarita, Joan Manuel Gurillo como el presidente… Son registros completamente diferentes y nos hemos divertido mucho jugando.

 

¿Cómo está siendo trabajar con Jaime Reynolds?

A Jaime Reynolds lo descubrimos en el teatro y nos fascinó. Trabajar con él ha sido toda una experiencia porque además de muy buen actor, es alguien que te pone las cosas fáciles y que se toma muy en serio su trabajo. Realmente, todo el reparto que ha vuelto a TQMAP lo es y por eso hemos querido volver a reunirlos. Además de para rodar una webserie, para pasárnoslo bien.

 

Después de viajar en varias ocasiones a muchos países y ver en primera persona las reacciones sociales, ¿crees que están mejor valoradas fuera de España las webseries?

Fuera de España, en general, todas las industrias culturales están mucho más mimadas y las webseries no son algo distinto. Además, muchas de las series web internacionales sí tienen formas de financiación más viables y son proyectos rentables. En España hay muchas webseries, pero no hay una “industria” clara.

 

¿Consideras que rentabilizar las webseries sigue siendo una quimera?

En la mayoría de los casos, sí.

 

¿El crowfunding podría ser una solución para financiar estos proyectos?

Está muy bien para lanzar determinados proyectos, de hecho, la segunda temporada de Sin Vida Propia la arrancamos así, pero no lo veo viable como una forma de financiación realista. Pocos son los proyectos en los que la cantidad que se obtiene lo convierte en algo factible. En la mayoría de las ocasiones sirve para financiar algunas partes del proceso de creación del proyecto, pero difícilmente para hacerlo con todas las fases, para pagar los sueldos de actores y técnicos, cubrir los gastos de distribución… Los productos audiovisuales son caros de producir y puede ser una alternativa cuando no hay financiación, pero no lo veo como una fuente de financiación en sí misma. Lo ideal es que se genere industria.

 

-Desde tu experiencia, ¿qué elementos tiene que tener una webserie para alcanzar el éxito?

Los mismos que cualquier otro proyecto audiovisual. Un guión que conecte con los espectadores, unas interpretaciones creíbles, un ritmo adecuado a lo que pida la historia, una calidad técnica aceptable, un equipo técnico motivado y que reme en la misma dirección y sobre todo suerte, mucha suerte.


@InGabarda

Inma Gabarda

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