Es el último número del año de 360 Grados Press y por ello hemos querido dedicarlo a una persona entrañable del mundo del toro y recordar una entrevista que realizamos hace unos años. Hoy, sin que sirva de precedente y porque la ocasión lo merece, abandonamos el tono reivindicativo y crítico habitual en esta sección para cambiarlo por un registro simpático y amable que se ha ganado a pulso el fotógrafo taurino Paco Cano. Uno no cumple 100 años todos los días, así que ¡FELICIDADES!
Vitalidad no le falta. Más de medio siglo lleva Cano haciendo de su pasiónpor los toros una trayectoria admirable. Y decimos pasión porque Canito no sólo ha visto a los astados através del objetivo, ya que llegó a ser torero. Bueno, torero, boxeador,fotógrafo
. Facetas entre las que sin duda ha destacado la de fotógrafotaurino. Su fama llegaría a raíz de tomar unas fotos que a buen seguro hubiesepreferido no realizar: las de la fatídica muerte de Manolete en Linares. Medios de comunicación de todo el mundo sehicieron eco de la trágica noticia con esas instantáneas, las de Paco Cano.
Eso sí, entre esas fotos de cornadas, percances y fatalidades, tambiénha habido otras más amables que aún hoy nos muestran con claridad cómo era lasociedad española de mediados del siglo XX, algunas de ellas protagonizadas porfamosos como Orson Welles, Ava Gardner, Ernest Hemingway o Antonio Ordóñez, entremuchos otros.
Tan inseparable de su gorra blanca como de la propia cámara, Paco Canoha dado cuenta de los festejos taurinos más relevantes de las feriasimportantes y más que eso, siempre ha querido estar presente en los cosostaurinos a pesar de su dilatada edad. Prueba de ello la experimentó estaservidora hace cinco años, cuando le llamó para entrevistarle y Canito pidió dejar la entrevista para lasemana siguiente porque se iba a la Feria de Abril. No es muy normal que unapersona de 95 tacos se vaya a Sevilla como quien se va a la calle de al lado,pero con Cano, ¡todo es posible!
Yo firmaba. Si me dicen que a los 100 años voy a estar como él, firmodonde haga falta, porque hay que ver, sin ir más lejos, la energía que demostróapareciendo en la plaza de toros de Valencia en octubre sólo un mes y mediodespués de romperse la cadera en Bilbao. Lo dicho, incombustible.
Si había que acabar el año con un artículo simpático y motivador, estabaclaro que lo tenía que protagonizar el decano de los fotógrafos taurinos,Francisco Cano Canito. Y desde luego,si cada vez que se acerca a tomar fotografías de un paseíllo, los toreros actuanteslo besan en señal de aprecio, no cabe duda que será porque se lo ha ganado concreces.
Entrevista que 360 Grados Press hizo a Canito poco antes de cumplir 97 años.
José Miguel Fernández de Velasco