Semana de tres días en la redacción de Peláez a causa de la fiesta de Pascua, una semana que comenzó el lunes con los aires de grandeza de su jefe quien, puesto que iba a participar como “extra” en una película, ya se veía en las letradas colinas de Hollywood.
Quizásinfluenciado por el espíritu del “show business” el director del periódico deprovincias animó a su redactor el martes a salir a la calle armado con unapistola para conseguir una noticia. Y es que este hombre es impredecible, hastael punto de que, llevado por sus ansias de modernidad, compró un corralpensando que era un espacio de “coworking”, demostrando que, al fin y al cabo,la única película que habría podido protagonizar sería “El crepúsculo de losdioses”.
Lunes, 1 deabril
Buenos días, jefe.
Hable con mi representante.
¿Qué dice?
No aceptaré preguntas sobre mi vida privada.
¿De qué habla?
Lo siento, he de respetar la cláusula deconfidencialidad de la productora.
Jefe, ¿está usted bien?
No insista, Peláez, no puedo contarle nada de lapelícula.
¿De qué película?
La que voy a interpretar.
¿Ah sí?
Sí, y no me tire de la lengua.
Está bien, jefe
Seré el protagonista.
¿Ah sí?
Sí
más que eso, de hecho, me llaman, el “extra”.
Jefe
Extraimportante, extraordinario
ya sabe.
Jefe, un extra es alguien que no habla, que salede fondo, borroso.
¿Borroso?
Sí, o pasando de un lado a otro
puede que ni sele reconozca
No me joda.
Le jodo.
¿Y cuánto me van a pagar?
Un bocadillo.
¿De qué?
Chorizo, seguramente.
Trato hecho.
Martes, 2de abril
– ¡Peláez!
¿Qué pasa, jefe?
Tome.
¿Una pistola?
Sí, salga a la calle y monte una buena.
Pero jefe
Y luego lo escribe.
No puedo hacer eso.
¿No puede escribir? ¿Para qué lo he contratado?
No puedo matar.
No sea tiquismiquis.
Hay unos límites.
¿Dónde?
En la ética, la moral, la diferencia entre elbien y el mal.
No me hable en pareados, poeta de pacotilla. Ycárguese a unos cuentos.
No puedo matar a gente.
Mate a políticos, entonces.
También son personas.
¿Está seguro?
No, pero da igual.
Está bien, Peláez, traiga la pistola, la volveréa guardar en el cajón.
¿Para qué la quiere, jefe?
Me hace compañía.
Cómprese un perro.
Ladran demasiado.
Un gato.
Muy sigilosos.
Se la cambio por un bizcocho.
Aquí tiene.
Jefe, no tiene balas.
Y el bizcocho no tiene nueces. Estamos en paz.
Miércoles,3 de abril
Qué hay en esasfotos, ¿jefe?
Mi nueva adquisición, Peláez.
No sabía que tuviera dinero.
No lo tengo, pero eso queda entre nosotros.
¿Y qué ha comprado?
Un espacio de coworking.
¿Ah sí?
Sí, mire
Jefe
Es la nueva moda, todos allí produciendo, cadauno a lo suyo
Pero
compartiendo partes comunes, pero conindependencia
Verá
Sé lo que me va a decir, es arriesgado, pero enel riesgo está la esperanza, Peláez.
No es eso
es que
A ver…. ¿qué pasa, pesadín?
Eso es un corral.
¿Un corral?
Sí, son gallinas poniendo huevos.
¿Está seguro?
Seguro…
¿Y este pelirrojo quién es?
El gallo, jefe.
¿Quiere decir que me han timado?
Sí, jefe, aunque al menos tendrá huevos caseros.
Ummmmm
jejejeje
¿quién ha timado a quén, eh?
No sé, jefe
Yo sí lo se. Vamos a hacer una tortilla, Peláez.Traiga patatas, necesitamos patatas.
Loscables de las conversaciones que mantiene Peláez con su jefe (#Pelaezleaks) en la redacción de un periódico deprovincias los puedes encontrar a diario en la página oficial en Facebookde 360gradospress.
La foto es de Marga Ferrer.
Miriam Reyes Gimeno