Esta semana en 360 Grados Press nos aproximamos al perfil de un artista que ha conseguido lo que muchos anhelan: un estilo propio capaz de transmitir.
Su trayectoria laboral se desarrolla en el planoaudiovisual de los medios de comunicación, pero la personal está más bienligada a otro sector. “Cada uno tiene unavocación y mi llamada ha sido siempre, desde bien pequeño, el arte“,afirma. Ambas comparten un aspecto en común, que es la forma del lenguaje conla que mejor sabe expresarse: la imagen. Él es Antonio Camaró, un pintor que encada una de sus obras logra exprimir toda la fuerza de lo esencial.
Siempre inmaculado, el color es el más claroreflejo de su estilo. “Soy muymediterráneo y espontáneo. Los colores puros reflejan eso mismo: la alegría yel carácter vivo. La llamada de colores puros es más salvaje y más fuerte, esohace que me exprese mejor“, reconoce. Sin mezclas, trazado directamentesobre el lienzo, como una eclosión de emociones. Así es cómo Antonio concibe sumétodo, un sencillo y arrebatador expresionismo. El ser humano es otro de susejes, como él mismo explica: “Recuerdo apersonajes de historias que he vivido y que me han transmitido algo. Hay genteque pasa por tu vida y no te dice nada, pero otros te dejan cicatrices y temarcan para siempre. Esa gente es la que yo siempre pinto en mis cuadros“.
Y los factores alcanzan el objetivo: conmocionar alpúblico. Porque de un vistazo, los dibujos de este pintor logran trasladar alespectador a su intimista realidad. Antonio concibe este efecto como unacomunicación recíproca. “Mi pintura es dedoble mirada, es decir, no solo lo que el espectador proyecta hacia mi pintura,sino también lo que mi pintura proyecta hacia el espectador“, aclara.
En el futuro más inmediato, la obra de AntonioCamaró tiene una cita en la sede de la Fundació Frax, dondepermanecerá desde el 8 de junio hasta el 8 julio. Esta exposición, comisariadapor José Luís Martínez Meseguer, representa una suerte de regreso a losorígenes, pues, estrenada en Valencia, ha peregrinado hasta París, Roma yLisboa. Poco después, será en la FundaciónChirivella donde este pintor de colores puros asumirá el compromiso deexponer junto a consagrados como Antoni Tàpies, Antonio Saura o Manolo Valdés.En esta ocasión, el ejercicio para con el público será más exigente si cabe.