Federico Moccia (Roma, 1963), escenógrafo, guionista de televisión y escritor es de esas personas a las que la suerte le sonríe o de las que se han encontrado una lámpara maravillosa, la ha frotado, y su vida ha ido transformando en oro hasta la mayor mierda que cagó Pilatos. Ha publicado cinco novelas y todas han sido llevadas al cine tras obtener un éxito rotundo. ¿Por qué? Ni idea.
Perdona si te llamo amor’ (en italiano, Scusa ma ti chiamo amore) narra la historia de amor entre Niki, una adolescente de 17 años que cursa el último año de Bachiller, y Alex, un exitoso publicista de 37 a quien le acaba de plantar la novia. ¡Sí, se llevan 20 años! Este es el ‘jueguecito’ de toda la película.
La diferencia de edad la superan a base de amor verdadero, ese que encandila al público facilón y que empalaga a cualquiera que espera de una película algo más que tópicos y caras bonitas. Es tal el éxito que adquirió la película que las localizaciones de Roma que aparecen en ella se han convertido en lugar de peregrinación de cientos de adolescentes que quedaron fascinados con la historia (o serían las pizzas y helados que se zampan los protagonistas –Raoul Bova y Michela Quattrociocche-mientras van conociéndose…).
La cinta es noña, estúpida y por momentos ridícula. Adultos infantiles y babosos se mezclan con adolescentes alocadas a la vez que maduras e inteligentes. A algún cuarentón con fantasías de Lolitas tal vez hasta le guste pero yo creo que es de las peores películas que he visto jamás.
María Gómez