Identidad de cristal

Por David Barreiro, escritor y periodista.

[Img #12635]
El eco de lamemoria

Richard Powers

Mondadori,2010

Pág. 576



Basta con leerlas primeras páginas de El eco de lamemoria para darse cuenta de que uno se halla ante un notable escritor enestado de gracia capaz de aunar todo aquello que puede esperarse de una novela:una [Img #12636]
historia atractiva, un tema universal que va más allá de la trama y laprofundidad en el acercamiento a unos personajes que rezuman vida.

 

Un accidentede tráfico del protagonista, Mark, en una carretera en mitad de la nada deNebraska sirve como pretexto para una historia acerca de las relacionesfamiliares, de la búsqueda de un sentido a la existencia y del interés a largoplazo que conllevan ciertas decisiones tomadas en un momento determinado de lavida.

 

Al hospital enel que ingresan a Mark se desplaza, desde otra ciudad, su hermana Karin que, ensu regreso a su pueblo natal, ha de enfrentarse a un pasado del que nunca haconseguido escapar, un presente tormentoso –su hermano regresa del accidentecon Síndrome deCapgras y no la reconoce– y un futuro en el que no hay esperanza.Desesperada, solicita ayuda al respetado neurólogo Gerald Weber, un célebreneurólogo de la Costa Este, que acepta el caso convirtiéndose en el tercervértice de la novela.

 

El eco de la memoriase eleva a altas cotas en la descripción de un paisaje desoladamente hermoso,de inhóspita belleza, protagonizado por las grullas sobre el río helado. En eseentorno se desenvuelven los personajes de una novela que, en su última partevira hacia el thriller sin que porello merme su calidad porque su eje, su razón, su tema universal, sigue siendoel frágil cristal sobre el que se construye nuestra identidad.

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