Conde Roa, caso perdido (2.0 Editora), un libro esencial para comprender el mundo en que vivimos y mantener, al mismo tiempo, la esperanza y la ilusión en el oficio de periodista.
La gran virtud del periodismoes, al mismo tiempo su miseria. La razón de existencia de este oficio es, también, lo que amenaza su desaparición.
La prensa es una profesiónque no puede ser concebida sin su carácter inmediato e irremediablementecaduco. La noticia de hoy tan solo será mañana papel mojado que a nadieinteresará.
Esta realidad se hapotenciado sobremanera en los últimos años, estos tiempos de duda y exceso, conel desarrollo de internet y la explosión de las redes sociales: tan solo existeel ahora.
La sobrecarga de informacióny el vórtice de acontecimientos en el que vivimos impiden que el periodistapueda detenerse a analizar lo que le rodea, a contextualizar los datos querecaba, a observar con detenimiento lo que tiene a su alrededor. Esto hiere de muerte algénero del reportaje que requiere de sosiego, tiempo y estudio, de muchooficio, de capacidad y perspectiva para leer los renglones torcidos de larealidad.
Ahí radica la importanciacapital de Conde Roa, caso perdido(2.0 Editora), un libro esencial para comprender el mundo en que vivimos y mantener,al mismo tiempo, la esperanza y la ilusión en el oficio de periodista. En susochenta páginas, José Precedo analiza las causas y consecuencias del ascenso ycaída de Gerardo Conde Roa, convulso alcalde de Santiago de Compostela entrejunio de 2011 y abril de 2012, cuando se vio obligado a dimitir tras serimputado por un presunto delito contra laHacienda Pública durante su etapa como promotor inmobiliario.
Sumergirse en este libro suponeadentrarse en los pormenores del día a día en una capital de provincias, asícomo conocer las interioridades de la vida política y las motivaciones eintereses que mueven a sus protagonistas.
Sin embargo, al margen del evidenteinterés informativo del texto, lo que en realidad hace de Conde Roa, caso perdido una obra excepcional es que trasciende elgénero del reportaje convirtiéndose en un estudio antropológico y una obraliteraria de altura por su valor estilístico y narrativo, por la habilidad delautor para suscitar interés en cada página, para ir uniendo, como piezas de unengranaje, cada elemento de una trama apasionante con minuciosidad de cirujanoy, al mismo tiempo, con pasión de periodista.
Conde Roa, caso perdido es una obrahonesta, única y, sobre todo, necesaria.
Manolo Gil