Tres jóvenes adolescentes de un barrio obrero de la Inglaterra de la década de los setenta deambulan hacia la madurez entre cervezas, bromas, peleas y sueños en forma de mujeres y dinero. Un atractivo drama sobre cómo hacerse adulto sin morir en el intento.
Freddie (Christian Cooke) vende seguros de vida impulsado por el éxito de sujefe, el señor Kendrick (Ralph Finnes)propietario de la exitosa Cemetery Junction; Bruce (Tom Hughes) trabaja en una fábrica y dedica su tiempo libre a ligarcon chicas y pegarse con chicos; y Snork (JackDoolan) es el feo de la terna de amigos al que no se le conoce ni oficio nibeneficio. Los tres viven en un barrio obrero de un pequeño pueblo de Reading.Siguen en casa de sus padres donde el ambiente que se respira es el de laamargura y la resignación. Ellos son conscientes de que no quieren permanecerasí más tiempo pero tampoco hacen nada por evitarlo hasta que un día Freddie seda cuenta de que está enamorado de la hija de su jefe y toma la decisión de darun giro radical a su vida lejor de allí.
RickyGervais y Stephen Merchant, el equipo galardonadode la serie The Office, se destapan con Cruce de destinos (2010), unlargometraje emotivo y nostálgico que versa sobre los dilemas de los jóvenes ala hora de tomar decisiones importantes sobre su destino. Con las dosis dehumor propias del cine inglés, llama la atención que en España no haya pasadopor las salas de cine a pesar de que en el reparto figuren actores yaconsagrados como Ralph Finnes o Emily Watson.
Sin grandes sorpresas ni novedades,Cruce de destinos es una buena película de entretenimiento, en parte, gracias alos tres protagonistas principales a quienes uno coge simpatía desde el primermomento. Si tenéis la oportunidad de verla no os arrepentiréis.
David Barreiro