Un porrón de años como periodista y nunca me parecieron muchos. Ahora ejerzo de pescador de sombras y buscavidas vehemente. Cada vez miro menos hacia atrás porque tropecé demasiadas veces en la piedra que siempre tengo delante.
Detesto a los abraza-farolas, aunque añoro que me abracen. Soy amigo de todos y mucho más de los amigos. Me gusta el silencio, pero por más que lo intento no logro acallar al Pepito Grillo que nació conmigo y aporrea la puerta.Me gusta la soledad del amanecer y también las sábanas del mar abiertas cuando el sol descansa. Pero no hay peor soledad que la de un hombre en medio de una nube de rostros desconocidos. Existen tantos mundos que no tenemos mundo y solo quedan palabras que no llaman a tu puerta.
En estos días, un hombre tiene el mismo valor que la cáscara de un plátano y se ha olvidado que el deber de los hombres es revertir la situación, pero no es fácil, la cobardía acecha nuestros corazones y la codicia ocupa un palco vip en el teatro de los condenados.Por eso te pido que unas tu hombro con el mío para que tu voz llegue a todos los rincones. Somos muchos. Tú y yo.
Y el resto ahí sigue durmiendo. Mi casa es la tuya, mira al mar y mira a tu corazón. Puedes entrar siempre que quieras. Mi casa no tiene cerrojos y en el armario solo guarda sonrisas. Siempre te espero, sentado en mi butacón, con las manos abiertas.
@butacondelgarci