El género femenino deja de ser una anécdota en un mundo tradicionalmente de hombres
La imagen del poker siempre se ha acompañado de puros y señores que aprovechaban que sus mujeres no estaban en casa para organizar noches de cerveza, béisbol y cartas con sus amigos. El papel de la mujer en el casino ha sido de mero acompañamiento, de “chica Bond”. Sin embargo, la creciente popularidad del poker, está logrando que cada vez sean más las damas que escriben su nombre en el palmarés de triunfos de esta actividad.
Las mujeres llevan años intentando hacerse un hueco en las mesas de los casinos de Las Vegas y cuentan con su propio torneo de poker en las Series Mundiales de Poker. Sin embargo, tan sólo 17 han ganado algún evento de las WSOP generales abiertas a todo el mundo-, únicamente 6 lo han hecho en más de una ocasión y ninguna ha conseguido todavía ganar en la mesa final del evento principal.
Cuando buscamos información en internet acerca de mujeres profesionales del poker, lo más fácil es que en las primeras posiciones de los resultados todavía nos encontremos con listas de las jugadoras más atractivas y no de las más exitosas. Y aún con todo: los tiempos están cambiando.
Es muy significativo que de las 17 mujeres que han ganado algún brazalete de las WSOP -siendo Starla Brodie la primera en 1979 en un evento de dobles y Vera Richmond por primera vez como individual en 1982-, 12 lo hayan hecho a partir de la década del 2000. Si bien en toda la década de los 80 sólo Richmond consiguió ganar, sólo en 2013 contamos ya con dos nombres: Dana Castaneda y Loni Harwood, ambas jugadoras de tan sólo 23 años.
Entre las jugadoras que han ganado más de un brazalete Barbara Enright (con 3 títulos), Nani Dollison (3), Starla Brodie (2), Jennifer Harman (2), Susie Isaacs (2) y Vanessa Selbst (2)-, encontramos a grandes veteranas como Enright (la única mujer en alcanzar una mesa final del evento principal de las WSOP) pero también leyendas menores de 30 que ya rompen récords, como Selbst, la mujer profesional con más ganancias de la historia, superando los 8 millones de dólares.
Jugadoras cada vez más jóvenes en el circuito y cada vez más éxitos para ellas. De hecho, ni siquiera el joven madrileño Adrián Mateos que recientemente ganó un torneo del circuito europeo de las WSOP (WSOPE) con tan sólo 19 años llevándose un premio de un millón de euros-, ha podido superar el récord de la noruega Annette Obrestad, que se llevó un título WSOPE con 18 años y 364 días.
Las causas de los crecientes éxitos de las mujeres, especialmente de las nuevas generaciones, tienen probablemente mucho que ver con dos motivos: el poker en internet y el cambio de actitud.
La irrupción y creciente popularidad del poker online han abierto el juego a un nuevo público. Cualquiera puede jugar; ya no sólo se borra la barrera generacional o de género sino que ni siquiera hace falta contar con muchos fondos para acabar convirtiéndose en profesional. El modo demo o gratis de este juego permite llegar en cuestión de meses a niveles que antes se tardaría años en alcanzar y además evitan el tener que arriesgar dinero sin tener la técnica dominada.
El poker se está abriendo a todo tipo de jugadores, entre ellos las mujeres. Y además, también la mentalidad del casino tradicional se está abriendo a las féminas. Contaba Linda Johnson, otra de las primeras damas del poker, en una entrevista a Las Vegas Review Journal, como hace 30 o 40 años los hombres directamente se metían con ella en los torneos; al principio la recibían como si fuera una broma (en el primer WSOP que jugó en 1978, era la única mujer participando) pero conforme avanzaba en la mesa, la broma se llegaba a convertir en hostilidad. Sin embargo, recalca también que esa actitud ha cambiado mucho en los últimos 20 años y ahora las mujeres son perfectamente bienvenidas en los torneos de poker.
Aún así, de media, tan sólo alrededor del 4% de participantes en los eventos WSOP que pueden llegar a contarse por millares- son mujeres. Este bajo porcentaje refuerza los éxitos logrados por las jugadoras citadas y también de otras cuya aportación al mundo del poker va más allá del juego en sí, como la labor de la profesional y filántropa Annie Duke, responsable de la organización Ante up for America que organiza torneos benéficos.
Ellas son algunas de las pioneras y también el presente y futuro del poker; nombres y carreras que nos hacen pensar que las estadísticas van a cambiar mucho en los próximos años.
Las ‘poker ladies’ ‘made in Spain’
La mayor parte de hitos del poker, tanto en hombres como en mujeres, son norteamericanos por una cuestión lógica de tradición. En España, ya se conocen casos de éxito como el de Raúl Mestre o el citado Adrián Mateos pero, además, en cuanto a lo que mujeres respecta, llevamos una muy buena mano.
La malagueña Ana Márquez es probablemente la jugadora española de mayor éxito en este momento. Empezó a jugar en la universidad, mientras preparaba una tesis de Historia en una universidad de EE.UU. (Washington DC); de observadora pasó a juegos de 1 y 2 dólares, y en poco tiempo ha logrado estar entre las 40 mejores jugadoras del mundo.
María “May” Maceiras pertenece a una de las dinastías de poker más importantes de España. Tanto su padre como su hermano, ambos Juan Maceiras, son muy conocidos dentro del circuito nacional. El patriarca es mejor online, el hermano en vivo y María es una gran gestora, una característica muy importante en la carrera profesional a largo plazo. Pese a lo ilustre de su familia, esta gallega ha sabido ganarse un lugar propio en las mesas.
La más mediática de las mujeres del poker en España y, seguramente, uno de los rostros más conocidos en general a nivel nacional. Leo Margets se dio a conocer en 2009 cuando terminó en el puesto 27 de las WSOP de Las Vegas, convirtiéndose en “the last woman standing“, la última mujer en ser eliminada.
Desde entonces no ha parado y es una de las personas que más ha intentado profesionalizar y modernizar el poker en España; cambiar en definitiva la imagen de un juego que cada vez se aleja más del tópico gracias, entre otras cosas, a mujeres como ella.
Javier Montes