Waterpolo Turia: algo más que un sueño olímpico

El único equipo valenciano de la disciplina en liga nacional quiere alcanzar la división de honor en 2012

ÓSCAR DELGADO, Valencia. Cuando los despachos son los que deciden el destino de un equipo y éste se tiene que recomponer, la mejor fórmula es la ilusión, el sacrificio, el trabajo en equipo y el amor por un deporte del que la gente sólo se acuerda cada cuatro años, en época de olimpiadas. 360gradospress.com ha compartido un entrenamiento con los chicos del Waterpolo Turia, sufridores de piscina, como reza el blog del club, herederos del maltrecho Waterpolo Valencia y portadores de la ilusión que encabeza el titular que ofrecen cualquiera de sus responsables: regresar a la división de honor en 2012.

Entrenan en el polideportivo municipal de Nazaret (Valencia), donde sólo pueden ocupar una parte de la piscina para no molestar al resto de nadadores que acuden a las instalaciones. Viajan siempre en autobús el mismo día de los partidos, vuelven de madrugada y al día siguiente ya están listos para entrenar de nuevo en sesiones vespertinas. Recurren al intercambio, incluso de casas, para ahorrar recursos en sus desplazamientos; es decir, cuando ellos viajan a Zaragoza les mantiene el club receptor, que recibe similar trato cuando visita al Waterpolo Turia. 20 jugadores componen la primera plantilla de un club que resurge de sus cenizas en la segunda división del waterpolo español, el equivalente a la segunda división b del fútbol. El año pasado jugó en primera división (segunda de fútbol) tras haberse descompuesto en los despachos su predecesor, el Waterpolo Valencia. De por entonces quedan el capitán, Pablo, y el desde el año pasado entrenador, Rubén D. Rodríguez, alias Romeo, el más veterano, con ocho años a sus espaldas en Valencia. La temporada pasada descendió porque el equipo estaba en fase de recomposición, con jugadores sin experiencia, muy jóvenes, en una competición plagada de veteranos y de plantillas hechas. Este año tienen la baza de la experiencia y de estar en una categoría inferior con la sensación de ser un equipo dispuesto a dar los pasos necesarios como para regresar a la máxima categoría del waterpolo español en el año olímpico, en 2012, con, quizá, alguno de sus jugadores en la lista de convocados de la selección para la cita de Londres.

Cantera
Tanto el presidente, Ignacio Furió, como el vicepresidente, Fernando Valdivielso, conocen de cerca las estrecheces del waterpolo. Sus hijos juegan en el club y les toca, como al resto de progenitores, compartir el esfuerzo diario de los suyos por competir en un deporte minoritario. De ellos depende la gestión de los 8 equipos del Waterpolo Turia, único club valenciano de la disciplina, la captación de nuevos valores por las piscinas de la provincia y en jornadas de puertas abiertas en colegios. Así es como se forja la cantera de promesas en categorías infantil, cadete y junior. Ellos, como el resto de padres, pagarán este año 65 euros mensuales, 10 menos que el año pasado “por la crisis” –ironiza Ignacio Furió- a la Escuela del Club Waterpolo Turia para cubrir los gastos de desplazamiento de la cantera, los correspondientes a la liga autonómica (Valencia, Castellón, Alicante y Murcia), pagar los arbitrajes y comprar el material que necesitan los jugadores para competir. La primera plantilla cuenta con un presupuesto a parte para desplazamientos y manutención de los jugadores foráneos, procedente de las arcas municipales por estar en una división nacional, “muy lejos de los 300.000 euros de los equipos de primera línea, los que compiten en la división de honor”, señala el presidente.

El primer equipo ha aprovechado el verano para participar en bolos con equipos de primera división y de división de honor de Cataluña y de Madrid, “donde el waterpolo es otro mundo”, sostiene Ignacio Furió. El presidente del Waterpolo Turia aclara que “las instalaciones de las que disponen clubes como el Sabadell, el Manresa, el Sant Andreu o el Barcelona; el número de socios con los que cuentan, los presupuestos que manejan y el nivel deportivo que demuestran está muy por encima del de aquí. En Valencia siempre que se ha llegado a esa altura ha sido a golpe de talonario, hay que trabajar mucho”. A dos días del comienzo de la liga, el Waterpolo Turia regresaba de Zaragoza de disputar un torneo amistoso con clubes de ese perfil para foguearse antes de empezar su camino hacia la recuperación de la categoría frente el Cuatro Caminos (Madrid).

Plantilla
El Waterpolo Turia ha incorporado esta temporada a cuatro jugadores extranjeros, el resto (16) son jugadores forjados en el club. Ruda es brasileño, tiene 22 años y llega con el ánimo de subir de categoría hasta escalar los dos peldaños que les separan de la división de honor. Es atacante y no le obsesiona el número de goles que marcará, sino trabajar para el equipo. En Brasil, donde el fútbol es el rey, el waterpolo es un deporte amateur y llega a Valencia, ciudad que le ha gustado mucho “con muchas ganas, las mismas con las que me han acogido mis compañeros”. Pablo, el capitán, que vaticinó un 5-10 como resultado del primer partido de liga del Waterpolo Turia, tiene clara su meta, “ir partido a partido y después ya veremos”. Por su parte, el entrenador, ‘Romeo’, está convencido de que “hemos sembrado para ilusionar, este año recogeremos los primeros frutos; nos quedan cuatro años por delante para alcanzar la división de honor”. De antemano cree que los rivales más fuertes de la categoría son el Montjuic (que descendió por problemas económicos), el Rubí y la Concepción.

Óscar Delgado

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