Gabino Diego es uno de esos rostros tan conocidos como entrañables de la escena española. Papeles como Luisito en “Las bicicletas son para el verano” o Gustavete en “¡Ay, Carmela!” han contribuido a ello. A pesar de sus reservas para mostrar su faceta más personal, en 360 Grados Press hemos intentado descubrir al verdadero personaje que hay tras el actor.
Deun tiempo a esta parte, su físico apenas parece acusar el paso de los años,pero éstos no son en balde para nadie. Quizá, consciente de ello, GabinoDiego ha decidido retomar “Una noche conGabino“, esa obra que estrenó hace una década y que le reportó gran éxito,incluido el Fotogramas de Plata a Mejor Actor de Teatro en 2005. Ahora, con lostextos actualizados, vuelve a reflexionar en voz alta sobre su ampliada experienciay a probar su versatilidad en solitario ante el público. Aunque los minutostras la presentación de la obra a su llegada a una nueva ciudad son escasos, elactor ha aceptado someterse a una breve introspección bajo las tablas.
¿Te suele abordar el miedo a que elpúblico no quiera pasar una noche más contigo?
Eseproblema lo tenemos todos los actores con cualquier obra. Yo confío en que lagente va a disfrutar y se lo va a pasar muy bien, por eso las hago. Pero creoque ese es el miedo que debe tener todo el mundo. Los restaurantes tambiéntienen miedo a que no vaya nadie a probar su comida. Es un riesgo que siempre estáahí.
¿Qué ha cambiado en los últimos diezaños para ti?
Lavida me ha cambiado mucho. En diez años han pasado muchísimas cosas en España yen mí. Pasa el tiempo y, como dice un filósofo, uno está cada vez más cerca dela vida. Sabes más cosas, estás más maduro, tu hija tiene más edad Pero, porotra parte, sigo manteniendo el mismo entusiasmo.
Te defines como una persona tímida. Sinembargo, te dedicas a la interpretación y, en el presente, te atreves con untrabajo a solas sobre el escenario. ¿Cómo explicas esta contradicción?
Soytímido pero, de repente, una vez que me lanzo, me convierto en algo totalmentedistinto. Le ha pasado también a Fernán Gómez o Andrés Pajares. Sobre todo,porque nos cuesta hablar de nosotros y cuando actuamos solemos hablar de otraspersonas. Además, los espectáculos como éste (Una noche con Gabino) en los que cuentas tu vida siempre tienenalgo de autoterapia. Ya me dijo una vez un director que vino a verlo que me ibaa ahorrar una pasta en psicólogos.
¿Resulta muy complicado interpretarse auno mismo?
Estetrabajo me costó mucho porque, al final, te das cuenta de que siempre tienesque crear un personaje que sea el vehículo que diga aquello que quieres. Esdecir, todos tenemos un personaje y, cuando subes al escenario, no eres 100%Gabino, sino alguien que tiene que ver contigo y sirve para decir lo que túquieres decir.
Últimamente solo se te ve por losteatros. ¿Estás cansado de que te pregunten si has abandonado el cine?
Yoacepto las cosas conforme vienen. Ahora soy muy feliz. De hecho, firmaría poractuar siempre en teatro. Porque lo que quiero es eso, actuar. En cine, teatroo televisión, me da igual. Lo que sí es cierto es que están cambiando lastecnologías y la manera de ver cine. Y lo que no va a desaparecer nunca es elteatro.
Justamente, el cine te ha encasilladoen el papel de, digamos, “bobo entrañable”. ¿Te molesta que se te relacione aúnhoy con este perfil?
No.Esos personajes han hecho muy feliz a la gente y son personajes que sé hacerbien. He hecho otros distintos también, no solo esos. Sería muy triste que nome recordasen por nada. Eso sería horroroso.
Guardas una estrecha relación con lamúsica, tanto personal como profesionalmente. Quizá, muchas personasdesconozcan tu faceta como productor. ¿Esto se trata de un mero flirteo o deuna pasión frustrada?
Niflirteo ni frustración. De hecho, canto en el escenario en esta obra y mesiento súper satisfecho. Por ejemplo, Woody Allen dice que hubiese cambiadotoda su carrera por ser un músico de talento. No lo comparto. ¿Dejar todo eltrabajo anterior? Yo he sido actor, canto sobre el escenario y toco la guitarra.También produzco, porque ser productor es una manera de contribuir a algomusical. Todo esto viene por mi pasión por la música, que es una de las cosasque más feliz me hacen.
Tienes otra gran afición, que es lafotografía, la cual coleccionas. ¿De dónde te viene?
Mipadre ya coleccionaba algo. Además, Robert Freeman, el fotógrafo que hizo lasportadas de los Beatles, vivió en mi casa y me regaló alguna foto. Decidí con lascosas que tenía que ya me habían hecho coleccionista, porque tenía quecuidarlas. Y el coleccionista, de alguna manera, tiene que cuidar las obras quetiene. Luego empecé a descubrir a fotógrafos como Alberto García Alix oCristina García Rodero y empecé a comprar. Me di cuenta de que había empezado acrear un hilo conductor. Es una de las cosas más bonitas que he hecho, porquecreas como una película que tiene que ver contigo y que otra persona haría deotra manera. Incluso llegué a hacer una exposición, “Las mujeres y los niños primero“.
Para terminar, no podemos olvidar queestamos en una semana marcada por los Goya. Si hubieses subido al escenariopara recoger o entregar un premio, ¿también te hubieses sumado a los mensajesreivindicativos?
No,no hubiese sido reivindicativo. Creo que la fiesta de los Goya es para recogerlos Goya. Esa es mi opinión. Cada uno puede hacer lo que le dé la gana. Yo piensoque hay otros sitios para protestar. Estoy de acuerdo en que en la situaciónque estamos viviendo hay que protestar, pero no creo que el lugar sea lospremios Goya. Si hubiese recogido un premio, se lo hubiese dedicado, porejemplo, a actores que se han ido.
‘Una noche con Gabino’ se representa en el Teatro Talía de Valencia entre el 20 de febero y el 3 de marzo
Laura Bellver