La colección del IVAM estrena en el Emat una retrospectiva del vuelco artístico nacido en los 50
F.C., Valencia. No es que la vida haya que pintarla de color de rosa, pero se aborda de otra forma. Por lo menos así lo pensaban los clásicos del pop art, nacido al abrigo de unas décadas yeyés, de revolución pictórica y social, en plena efervescencia de lo colorista aplicado a la moda, al cine, a lo chic, al cómic, a los símbolos, a los medios de comunicación, a la masa. No vamos a descubrir ahora a los grandes maestros de la tendencia, pero la colección del IVAM ha inaugurado esta semana en el Espai Metropolitá dArt de Torrent (Emat) obras imprescindibles de autores ligados a interpretaciones personalistas y descifrables de la sociedad de consumo. Esquirlas de arte pop de sus majestades Richard Hamilton, Andy Warhol, Jasper Jonhs, Robert Rauschenberg o del Equipo Crónica y Realidad decorarán las paredes de esta galería hasta que el calor de agosto se los lleve a otras latitudes.
Slip it to me, reza el cartel que atrae a los visitantes que llegan a Torrent desde Valencia. ¿Qué es eso? Se preguntan muchos de los que se topan de bruces con el Emat antes de ascender a la planta que recoge la muestra de pop art. Como un pin gigante con imán masivo se erige en la imagen de una retrospectiva general que discurre por los conceptos de esta tendencia artística que descubrieron para el mundo artistas yanquis y británicos y que rápidamente fue extendida como la pólvora por la sociedad de mercado, la de las palomitas, las colas, las esperas y el estrés.
Una cabalgada por los retratos del cine de los sesenta y setenta, reinvenciones de guernicas con inclusiones coloristas procedentes del cómic, miradas multicolores que aportan un prisma alegre a la cotidianeidad consumista y escenas transgresoras que no traspasan el umbral, sin embargo, de lo mínimamente comprensible por la masa. Hasta el 2 de agosto, Pop Art en el Emat de Torrent (Valencia).
