David Trueba retrocede en el tiempo para rescatar ante 400 estudiantes de secundaria el inicio de sus procesos creativos
F.C., Valencia. Entre Estrecho y Los Feliz, el instituto. El guionista, periodista, escritor, actor y director de cine, David Trueba, se sometió esta semana a las preguntas de 400 alumnos de secundaria de la provincia de Valencia en la iglesia del Monasterio de San Miguel de los Reyes, dentro de un ciclo de animación a la lectura. 360gradospress asistió a esta entrevista popular y rescató las notas firmadas con el sello propio del polifacético autor madrileño. Entre múltiples pasajes, Trueba apeló a su papel de columnista catódico para defender un modelo de vida alejado de la pequeña pantalla que, según él, nos convierte en “botijos humanos”.
“Cuando yo era pequeño jugaba a decir misa”. Dicho y hecho. Tuvo que esperar David Trueba unos cuantos años para cumplir su deseo de decir misa en una iglesia de verdad, con el matiz de que el tiempo le ha situado como una de las referencias del cine español y de la literatura urbana, con tres novelas en su haber: Abierto toda la noche, Cuatro Amigos y Saber perder. Como es habitual en este tipo de encuentros, los alumnos asistentes tardaron en romper el hielo de las preguntas, pero la facilidad de palabra y la generosidad de las respuestas de Trueba agilizó el proceso hasta que los organizadores tuvieron que decir time.
Cuestión de detalles
Trueba recordó que su faceta de novelista tardó en desempolvarla, el tiempo que un allegado rescató de una caja de mudanza una carpeta bajo el nombre de Abierto toda la noche. La buena sensación que causó el escrito en su confidente empujó al autor a presentarlo en tres editoriales hasta que la publicaron. Naturalidad en un proceso, el creativo, el de plasmar las ideas y el de ordenarlas en texto literario que Trueba presenta como “bastante menos peliculero de lo que la gente cree”. Los detalles de inspiración novelística que empujan los escritos de Trueba “suelen ser detalles que disparan la imaginación hacia muchos sitios, de los que no te das cuenta cuando los ves”. Después, a ordenar las ideas y a escribir bajo un elemento usual que encuentran, según Trueba, los escritores: “Todas las historias contienen algo que las hace imposibles”.
Componente ético
Una de las alumnas asistentes preguntó por el componente ético que, a su juicio, y a tenor de los comentarios de texto sobre David Trueba destripados en clase, contiene toda la obra del escritor madrileño, quien no tardó en confirmar esa tendencia porque le “interesa mucho la gente que se mira hacia adentro, que deja de mirar hacia afuera. Somos todos demasiado jueces de los demás y menos de nosotros mismos. La verdadera ética empieza por nosotros”, indicó.
Trueba, el periodismo y las épocas de la vida
El escritor recordó también su paso por “el edificio más feo que se ha construido nunca, lo llamábamos la cárcel”. La Facultad de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid enmarcó la reflexión que hizo sobre otra de sus facetas, la de periodista en un contexto de crisis para la profesión, que solventó con una frase tajante: “El periodismo es necesario; el mundo es mejor con buenos periodistas, tienen que ser fiscales de la vida. Los periodistas cuando hacen bien su trabajo no sólo son útiles, sino son héroes”. Una etapa de su vida, la de estudiante, que cambió por la de creador de guiones, por la de cineasta y por la de novelista.
Precisamente, Trueba reflexionó sobre las épocas de las que se compone una vida, expresada por el cambio de etapa que refleja la novela Cuatro Amigos. A la pregunta de qué fue lo que inspiró esa historia, el autor respondió: “Me inspiré en tres amigos y yo”. Un momento de su vida que zanjó sin sufrimiento porque, dice, “las épocas de la vida hay que abandonarlas sin ningún sufrimiento”, en alusión al retrato que recoge esa novela, el de “ese momento de la vida en que tienes 26 ó 27 años y empiezas a ser una persona que se empieza a parecer peligrosamente a tus padres y a tus profesores y empiezas a hacer botellón bajo techo”.
La televisión. Trueba columnista
David Trueba también escribe columnas cuyo contenido critica la materia televisiva. En este sentido, el protagonista del debate lamentó que vivamos “en una sociedad en la que las imágenes son exprimidas hasta que no queda nada de la emoción que tienen dentro”. Asimismo, Trueba subrayó que a pesar de escribir sobre tele, no está “todo el día viendo televisión, más bien llamo la atención sobre aquellas cosas que veo, que me gustan o no, que convierto en reflexión sobre la vida”.
Alberto Tallón
