“Lo difícil de nuestra profesión es hacerlo bien”

Un hombre de teatro de los que ya no quedan, de aquello que llaman “método”. Un actor que se cuela en las entrañas de los personajes para extirparlos del papel y colocarlos sobre las tablas del escenario para hacer reír, llorar o provocar la empatía en el público. Todo esto y más es Luis Varela.

[Img #24591]
García Lorca dijo una vez que “el teatro es poesía que se sale del libro para hacerse humana” y el actor Luis Varela lo ha demostrado en cada una de las funciones que ha hecho en su vida; hasta llegar a cerca de 4000. Ha interpretado comedia y drama y ha dado voz a los grandes clásicos y a dramaturgos contemporáneos. Ello no le ha impedido ponerse delante de la cámara para participar en cine y en televisión, donde ha sido conocido por el público joven en los últimos años gracias a su personaje de Gregorio Antúnez en la serie Camera Café.

 

Actualmente pone la carne en el asador como un tierno y soñador veterano de la I Guerra Mundial que pasa sus últimos años en una residencia de ancianos en la obra cómica Héroes, de Tamzin Townsend.

 

¿A quién presenta Héroes?

A tres militares de alta graduación de la I Guerra Mundial que acaban en una residencia de ancianos para militares. Ellos recuerdan toda su juventud, la reviven y se inventan anécdotas. Es una obra bonita, tierna, de gran humor, fino, cuidado, con momento difíciles.

 

Los tres personajes planean una ‘huida’ puntual de la residencia. ¿Puede servir la obra para animar a las personas mayores a recuperar la vivacidad de la juventud o la adrenalina que se genera al hacer algo prohibido?

Sí, y también para darle un gran respeto a la persona mayor. No nos damos cuenta de que nos han dado la vida y que lo han hecho todo por nosotros hasta quedar como un trasto para muchos. Es una realidad. De hecho, en esta función sales riéndote mucho y te sorprendes de haber estado riéndote de ti mismo de mayor. Y reflexionas. Estos personajes se tienen a ellos mismos, discuten, planean huidas, aunque saben que no van a hacer nada de lo que dicen. Principalmente lo hacen para olvidar el aburrimiento, como dice mi personaje, Henry.

 

Llevas en el mundo del teatro desde bien pequeño. ¿Quién te llevó a tu primera audición?

La primera vez que fui a una audición fue porque yo hacía funciones en el colegio y me recomendaron a un representante que buscaba un niño para una obra. Me dieron el papel. Después Fernando Fernán Gómez y Mª Luisa Ponte formaron compañía y volvieron a hablarles de mí. Y de papel en papel he llegado hasta el actor que soy ahora.

 

[Img #24593]

 

Eres un actor predominantemente de tablas. ¿Qué es lo que te aporta el teatro?

El respeto al público. Siempre he pensado que el teatro es como un templo, como me enseñaron de pequeño. También el contacto con la gente, la improvisación, la imposibilidad de cortar como en el cine. Me gusta ver las reacciones del público para saber qué funciona más. Es sublime.

 

En televisión eres recordado por tu personaje de Gregorio Antúnez en Camera Café. ¿Es complicado hacer de ‘antagonista’ en una comedia?

Si está bien escrito el guion de ese personaje, claro que sí. También tienes que poner de tu parte, pero no es complicado. Siempre digo que lo difícil de nuestra profesión es hacerlo bien. Recuerdo ese personaje con mucho cariño, porque la gente más joven me recuerda gracias a él.

 

¿Da el teatro buenas oportunidades a los actores de cierta edad o todavía se valora más la belleza de lo juvenil como sucede, en muchas ocasiones, en el cine?

Son cosas distintas. Obviamente si tiene que salir en la obra un muchacho joven, guapo y de ojos azules no me van a llamar a mí. Cada cosa tiene su sitio. Además, actores de nuestra generación quedamos muy pocos, por lo tanto, tienes más oportunidades. Aunque también tuvimos nuestra época en la que fuimos monos (entre risas). El tiempo te va poniendo en tu sitio y en tus circunstancias.

 

¿Qué te queda por hacer como actor?

Tengo 73 años y empecé a los ocho. ¿Qué papel no habré podido hacer yo? Obras de teatro habré hecho 3000 o 4000, sin exagerar; seguramente me quedo corto. No me falta nada por hacer o, al menos, no lo añoro.

 

¿Tienes más proyectos en mente?

Si estoy con esta obra, no puedo estar con otras cosas ya a mi edad. Aunque tengo un proyecto pendiente muy bonito del que todavía no puedo hablar. Lo prometí.

 

[Img #24590]


@casas_castro

David Casas

Deja un comentario

Your email address will not be published.

*

19 − ocho =