La guerra nos baña de horror
Una guerra se baña de horror, descubre los espejos oscuros donde se mira el hombre y nunca se reconoce. Una guerra te puede dejar sin manos, sin piernas, sin vida. Pero también deja sin vida a los que quedan vivos. Porque son seres que caminan, que comen y duermen, que gritan y hasta ríen. Pero a esa gente se les marchó el corazón. Se quedó enganchado en los escombros de algún edificio que la ira demolió.