Navidad a la calidez del invierno alicantino

Las estampas de la capital de la Costa Blanca distan mucho de las típicas de la época debido a su climatología, pero también es posible disfrutar de la tradición gracias a una completa agenda que se hace todavía más atractiva desplazándose sólo unos kilómetros hasta poblaciones como Xixona.

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Pese a la suave temperatura que, una vez pasadas las lluvias, vuelve a sentirse en el aire de la ciudad, la Navidad en Alicante está a la vuelta de la esquina. La ciudad coge carrerilla para llegar con energía a unas fiestas particularmente especiales en la capital de la Costa Blanca: engalana sus calles, aúna calidez e invierno y, sobre todo, prepara un nutrido calendario de eventos y actividades para que todos sus habitantes, especialmente los más pequeños, puedan disfrutar estos días con la ilusión y la magia que los caracteriza.

 

Un año más, el epicentro de los días festivos será la congelada Plaza del Ayuntamiento. La pista de hielo urbana representa como ninguna otra actividad la celebración navideña en Alicante: pequeños, mayores y familias disfrutan deslizándose sobre su gélida capa con dudosa habilidad, pero con una imborrable sonrisa que simboliza el encanto resultante de unir tamaña polar estampa con el carácter mediterráneo de la ciudad, los más invernales y boreales planes con ese casi permanente cielo azul y soleado que colorea los días alicantinos incluso en los meses más fríos del año.

 

Otro lugar de peregrinación obligatoria será el parque de La Ereta. Allí se ubicará, hasta el mismo día de Navidad, la casa de Santa Claus. En ella, los niños podrán enviar las cartas con sus peticiones a San Nicolás a través del Pozo de los Deseos, saltarán en castillos hinchables y podrán conocer al mejor embajador del Polo Norte en Alicante durante sus días de mayor ajetreo del año. Habrá talleres de manualidades, juegos y diversión con los que subir la temperatura de una ciudad vista en panorámica gracias a su privilegiada ubicación.

 

Además, otras muchas actividades colapsarán Alicante durante los días previos a la festividad: el Belén municipal; la mítica San Silvestre, que aúna running con espíritu navideño; la Travesía del Postiguet, el día 18, en la que los más valientes nadarán 1.500 metros por el mar; o el Camí de Nadal, que llenará la Plaza de la Montañeta de ocio y traerá la cabalgata de carteros reales el próximo 4 de enero. Y, por supuesto, el gran colofón: la cabalgata de Reyes que recorrerá la ciudad tras la llegada de sus majestades a bordo de una embarcación a la portuaria Zona Volvo.

 

La capital no es, en absoluto, el único lugar que destaca por su programa navideño. Todas las poblaciones tienen su particular agenda. Entre todas, por su inminencia y por su simbología es la Feria de Xixona, cuna del turrón. Desde el jueves 8 de diciembre y hasta el próximo domingo día 12, tanto pequeños artesanos como grandes productores sacarán a las calles una muestra de su recién fabricados dulces para que puedan ser degustados en el momento y adquiridos para poner el broche más alicantino posible a las celebraciones de toda España y no pocos países del mundo, adonde llega la deliciosa mezcla de almendra y miel gracias al potencial exportador de la localidad.


@ivan_munoz

Iván J. Muñoz

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