Todavía anda lejos de llegar al nivel de ser el próximo Neil Gaiman y, por supuesto, está a años luz de alcanzar la relevancia que ha ganado su propio padre. Pero desde que publicó su primera recopilación de relatos, Joe Hill se ha convertido en uno de esos nombres a los que no perder de vista en cuestión de literatura fantástica. Y eso incluye el cómic. Porque Hill no solo ha escrito novelas y relatos. Se prodiga con frecuencia en las viñetas donde ha logrado incluso aportar un soplo de aire fresco al manido universo de los superhéroes.
A lo largo de los últimos años nos han llegado obras y argumentos que prometían darnos una visión diferente del universo superheróico. Y hasta cierto punto ha sido así. Desde Masacre hasta Kick-Ass pasando, irremediablemente, por esa vuelta de tuerca definitiva al mundo de las mallas que fue Watchmen. Pero creo que no me equivoco si digo que ninguna de ellas tiene la mala leche de La capa.
La historia viene de un relato que Hill escribió para su primera recopilación de cuentos, publicada en España bajo el título de fantasmas. Sin duda es uno de los mejores títulos de la colección. Tan bueno y tan interesante que muchos seguidores del autor se preguntaron si sería posible llevar más allá el planteamiento.
Dicho y hecho, Joe Hill intentó adaptar el relato al cómic con la colaboración de Jason Ciaramella pero ambos se dieron cuenta de que allí había mucho potencial. Y ese cuento puntual acabó convertido en una serie limitada que ha recopilado los parabienes de público y de críticos especializdos, incluyendo algún que otro Eisner.
¿Pero de qué va La Capa? Va de un fracasado llamado Eric, que ha cruzado el límite. Y ha tocado fondo. Sin embargo, después de años y años de decepciones, Eric encuentra algo que sabe hacer bien. Y no es el bien precisamente. Porque Eric tiene un talento especial. Tiene superpoderes.
Pero él no es un bienhechor. En absoluto. El mundo lo ha estado fastidiando durante toda su vida. Y ya está harto. Así que Eric va a usar su talento para hacer lo que siempre ha deseado: buscar una cruel venganza.
Hasta ahora La capa era el emblema del héroe. Un signo del benefactor enmascarado que llegaba volando para resolver todos los problemas del mundo. Hasta ahora. Ilustrado por Nelon Daniel con un estilo duro, oscuro y en ocasiones siniestro, La capa es diferente, es original y lo mejor, o lo peor de todo, es que es retorcidamente divertido.
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