Solo un 5% de los skaters de todo el mundo son mujeres. Sin embargo, este porcentaje asciende hasta un 40% en Afganistán, donde se trata, además, del principal deporte femenino. Esta semana en 360 Grados Press descubrimos la iniciativa que explica dichas cifras.
Lleva desde los seis años subiéndose a una tabla, de manera que cuando cambió de residencia a Kabul con motivo del nuevo trabajo de su novia no pensó en ningún momento en abandonar su pasión. Sin embargo, allí se dio cuenta de dos cosas: que el skateboarding era una práctica completamente desconocida y que las niñas no podían disfrutar del deporte en general. Con todo, el australiano Oliver Percovich tomó esta situación como una oportunidad. “No fue sencillo introducirlo en Afganistán. Muchas personas decían que era una idea estúpida, pero no tenía sentido dejarlo estar. Hay una falta de educación y de trabajo para las mujeres afganas. De hecho, muchas niñas no van a la escuela, así que cuando Oliver vio que era posible que patinasen en las calles tuvo claro que se podía crear un nexo con la enseñanza“, contextualiza Lauren Della Marta, jefa de prensa y desarrollo de Skateistan, nombre de la organización que ha cobrado forma a partir de esa revelación.
Cogiendo impulso desde cero
A pesar de no contar con una financiación inicial, el proyecto no sólo ha conseguido construir las dos instalaciones deportivas cubiertas más grandes de Afganistán, sino que también ha dado el salto a Camboya y a Sudáfrica. En total, unos 1.200 jóvenes se benefician actualmente de los programas ofrecidos por esta entidad, la cual ya dispone de recursos económicos provenientes de diversas donaciones de embajadas, fundaciones o particulares. Sin embargo, más allá del dinero, la base de este progreso se encuentra en otro factor: las propias personas implicadas en él. Siguiendo con las palabras de Lauren: “La delegación de Skateistan en Kabul es totalmente administrada por un equipo local que ha sido preparado desde hace años por profesionales en materia de administración, recursos humanos, comunicación, educación y deporte. Ese es el modelo a seguir por todas las sedes de la organización, por lo que nuestro equipo internacional viaja de un país a otro constantemente para seguir instruyendo y apoyando a los colaboradores“.
El monopatín como agente de cambio
La transformación que Skateistan ha significado para las nuevas generaciones puede ser constatada en diferentes frentes, empezando por una menor discriminación hacia las mujeres afganas, quienes son vistas con otros ojos por los demás y adquieren otra percepción de sí mismas sobre un monopatín, sinónimo de libertad y de autonomía. Además, este deporte sirve como punto de encuentro entre diferentes clases sociales y etnias, así como promueve actitudes de liderazgo y de cooperación. “El acceso a los deportes es un derecho fundamental absolutamente esencial para el crecimiento. Los niños merecen poder practicarlos porque generan confianza, crean capital social y capacitan a la juventud. Además, ayudan a que la gente esté más sana física, mental y económicamente“, resume la jefa de prensa y de desarrollo de la organización. En definitiva, se trata de garantizar una infancia feliz que se encamine hacia una madurez próspera.
¡Que no paren de rodar!
Sin duda, la mejor prueba de que el proyecto va por el buen camino es que las niñas que participan en él deciden convertirse más tarde en voluntarias para que el puente entre el skate y la educación no se derrumbe. La labor no vislumbra un fin próximo: la tasa de alfabetización femenina apenas alcanza el 13% en Afganistán. No obstante, casi la mitad de los aproximadamente 750 patinadores del país son mujeres, lo cual invita a pensar en un amplio margen para el éxito. Mientras, Skateistan sigue creciendo empujón a empujón a nivel global. “Este año vamos a construir una escuela de skateboarding en nuestra última localización, Johannesburgo. Nos esforzamos mucho para asegurar que cada sede tiene servicios de calidad y personal autóctono, de manera que ahora estamos centrando todas nuestras energías en ello. La intención es expandirnos por el mundo, pero un paso después de otro“, concluye Lauren.