Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), en España hay unos 600.000 enfermos de alzhéimer. Si, además de los pacientes, se tienen también en cuenta a familiares y a cuidadores, la cifra de afectados por dicha enfermedad asciende a 35 millones, como señalan desde la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzhéimer y Otras Demencias (CEAFA). Con todo, esta semana en 360 Grados Press hemos querido aproximarnos a esta extendida dolencia mediante una particular terapia paliativa que se sirve del canto para combatir el olvido.
“Yo soy aquel negrito del Áfricatropical que cultivando cantaba la canción del Cola Cao. Y como verán ustedesles voy a relatar las múltiples cualidades de este producto sin par. Es el ColaCao desayuno y merienda. Es el Cola Cao desayuno y merienda ideal. Cola Cao,Cola Cao
¡Cola Cao!“. Esta célebre canción publicitaria lanzada en 1956 llevaasociados numerosos recuerdos para muchas personas, lo cual parece algo natural.Sin embargo, ello representa un fenómeno muy especial para los miembros de un singularcoro. De hecho, otros clásicos jingles como el de aceitunas La Española, Moussel de Legrain, turrones El Almendroo muñecas de Famosa componen partedel repertorio que actualmente ensayan para una actuación. “Mediante las letras y melodías de, porejemplo, anuncios rescatan cosas de la memoria a largo plazo. Por ejemplo,vuelven a la época en la que vieron la televisión por primera vez“, apunta Salva Fito, musicoterapeuta.
Esta recopilación y su correspondiente argumentación cobran pleno sentidocuando se indica que se trata de la primera agrupación de canto de Españaformada por enfermos de alzhéimer, un proyecto promovido por AFAV (Asociación de Familiares con Alzhéimer deValencia) desde el pasado 2009. “Estosurgió por la iniciativa de Patricia Rosaleñ, que entró aquí a hacer prácticascomo trabajadora social. Ella también era directora de coro, así que se leocurrió montar uno. Era algo que habíamos barajado hacía años y que no noshabíamos atrevido a llevar a cabo por falta de infraestructura. Pero, al estaresta chica, nos decidimos por ello a un nivel más profesional. Así queempezamos, vimos que el coro respondía muy bien y aquí seguimos“, relataSalva.
Actualmente, la dirección corre a cargo de Sole Corachán, quien cuenta con la ayuda de David Barberá, pianista encargado de los arreglos melódicos, y delpropio Salva, que actúa como codirector. De esta forma, tanto afinamiento comovoces se trabajan de modo experto. Asimismo, con vistas a asegurar lacoordinación, el coro tiene sombras,es decir, personas que participan a modo de apoyo y que son “repartidas estratégicamente“, de maneraque sus componentes siempre tienen una suerte de referencia a la hora decantar. En definitiva, el resultado no tiene nada que envidiar a otrasagrupaciones. Y, lo que es más importante, el cometido fundacional se cumplecon creces, pues los enfermos logran mermar el aislamiento al que condena elalzhéimer a la par que mejoran sus relaciones sociales.
La evidencia de lamejoría
Efectivamente, los beneficios del canto para los afectados son varios,pero entre ellos destaca uno bien palpable. Éste tiene que ver con la afasia, untrastorno que dificulta la comprensión y el uso del lenguaje, el cual vienedado por lesiones en aquella parte del cerebro que controla dicha capacidad. Setrata, también, de uno de los desórdenes que tienen lugar en la etapaintermedia o moderada del alzhéimer. Entre sus síntomas se encuentra, porejemplo, el no coordinar correctamente los elementos de una oración o noencontrar el término adecuado. Así, este proceso suele derivar en el abandono totalde la comunicación. Justamente, la actividad del coro puede jugar un papelfundamental en este sentido. “Hubo unhombre que entró con afasia. Se trababa mucho a la hora de hablar pero, mesesdespués de estar trabajando con él en música, perdió el tartamudeo. De hecho,tenemos una prueba: el año pasado le hicieron una entrevista en televisión yapenas se le entendía. Sin embargo, en la que le han hecho este año ha podidohablar perfectamente. Vino a darme las gracias, porque creía que iba a perderel habla“, recuerda Salva.
Efectos que van másallá
“No imaginaba que fuese tandivertida la clase de hoy“, comenta una de las componentes del coro nadamás finalizar el ensayo. Sin duda, ella es una clara muestra de otra de las consecuenciasde esta actividad: la entrada de un soplo de motivación en sus vidas, lo cualse transmite a todas las personas que tienen a su alrededor. En palabras deSalva: “Esto es bueno tanto para lasfamilias como para los enfermos, porque tienen como una ilusión diaria. Porejemplo, si saben que tienen un concierto, tienen una meta. Y esta no la olvidan.Ellos se levantan por la mañana y saben que tienen que cantar y que van a veniraquí a ensayar. Esta enfermedad te quita todos los objetivos, así que estamoslogrando algo muy complicado“.
Y este particular triunfo se intensifica a medidaque se aproxima una puesta escena, como sucede en estos momentos. Porque elcoro de AFAV al completo medio centenar de personas, aproximadamente tieneuna citacon las tablas del Palau de la Música de Valencia el próximo 3 de octubre.Una hora a la semana es el tiempo de que disponen para preparar el espectáculo,por lo que se afanan a más no poder. Probar su valía, llamar la atención sobresu enfermedad, dar a conocer la alternativa del canto a otros afectados y,quién sabe, animar a aquellos que todavía no han reconocido su dolencia está enjuego. Ellos van a cumplir con su parte, así que sólo queda esperar que elresto responda ayudándoles a evitar que caigan en ese olvido en el que lasociedad incurre a veces.
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