La Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) acaba de presentar su barómetro de hábitos de lectura y compra de libros 2012. Buenas noticias con matizaciones en cuanto al aumento de lectores. Los españolitos leemos más. Ya somos un 63% de lectores habituales, pero aún estamos lejos de la media europea (70%), aunque vamos avanzando. Eso quiere decir que al menos dos de cada tres españoles leyó un libro al trimestre durante el año pasado. Bien hasta aquí. Lo preocupante es que un tercio de la población, o sea más de 15 millones de españoles, no leyó un libro ni por equivocación. Duro.
A lo largo del 2012 se publicaron 88.349 títulos. El más leído siguiósiendo la trilogía de Millenium,seguido de Cincuenta sombras de Grey,El abuelo que saltó por la ventana y se largóo El lector de Julio Verne. No obstante, y a pesar de haber crecido elnúmero de lectores habituales, la venta de libros descendió considerablementedurante el año pasado. Hay que crear unaalarma con mayúsculas. A la consabidacontracción del consumo por la crisis económica se le suma el aumento delectores que utilizan el formato digital, un 58%, un diez por ciento más quehace dos años. Esto está muy bien, perolo que ya no está nada bien es que el 68% de estos lectores no pagara ni unsolo euro por descargarse los libros en la Red, bien porque utilizaron librossin derechos o porque se fueron directamente a páginas de descargas ilegales.
Debemos congratularnos del aumento de lectores, pero debemos preocuparnosy mucho por el descenso de la venta de libros y el hábito continuado de lapiratería. Ya no voy a ir con pamplinas. A las cosas por su nombre. Nada depiratería, robo. Las personas que se bajan contenidos culturales en la Red sinpagar derechos, me da igual que sean libros, películas o música, son ladrones. Lopuedo decir más fuerte, pero no más claro. Están robando a otras personas, y elrobo es un delito contemplado en el Código Penal.
No es una cuestión de risa, sino muy dramática. Delictiva. Cuandocompramos leche en el supermercado, pasamos por caja y pagamos ¿Por qué nohacemos lo mismo con la descarga de libros, discos o películas? ¿No deberíamos actuarcon la misma impunidad si entráramos en las casas de nuestros vecinos y les vaciáramosla nevera y el armario? ¿Sería simpático? Encima, lo más molesto del caso, esque muchos de los ladrones en la red son personas de nivel cultural alto,muchos de ellos profesores, incluso alguno se llama intelectual, y más de unohace gala de las quejas peregrinas y echa pestes de la cultura y la sociedad,pero él sigue robando en la red y elartista muriéndose de hambre. Hipócritas.
Uno de los principales problemas que tiene la cultura es su bajo consumo.Si no hay consumo cultural, si no se pagan los libros, las películas, losdiscos, la cultura está amenazada de muerte. Me da igual que los pague uno o que lo paguen el Estado y los organismospúblicos. Me da igual que uno se compre el libro o sea la biblioteca quien lohaga, pero alguien tiene que pagar a losescritores, los compositores, los creadores, los editores, los ilustradores,los libreros, los músicos, los guionistas, los actores. Alguien tiene que pagara todos los que forman parte de laindustria cultural, porque todos ellos, al igual que cualquier ciudadano, tienenderecho a vivir de su trabajo. Y siqueréis la boutade, os lo digo: todosellos, al igual que vosotros, los que estáis leyendo este artículo, tienen la mala costumbre de comer todos losdías y pagar sus facturas.
S.C.