El arte de ordenar

En un mundo en el que cada vez acumulamos más y más objetos, ordenar la casa o, incluso, la oficina se ha convertido en todo un reto. Abrimos el armario de casa y la ropa la encontramos hecha una bola; vamos al trastero a por algo y es misión imposible encontrarlo; o los cajones de los armarios se han convertido en un guarda todo menos en lo que deben contener. Ordenar se a convertido en todo un arte y han surgido empresas que nos ayudan a mejorar la calidad del espacio y, por tanto, de vida.

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Pilar Quintana estudió Periodismo. Después un máster. Trabajó como becaria en diferentes medios y viendo el estado de una profesión tan vocacional como desagradecida decidió embarcarse en el mundo del emprendimiento. Solo debía encontrar la idea para gritar “eureka”. “Por aquel entonces tenía todo el tiempo del mundo – recuerda – y empecé a ordenar cada rincón de la casa familiar. Mi madre, que no es Diógenes pero se le acerca mucho, tuvo una magnífica idea sin quererlo y me comentó si no montaba un negocio para ordenar las casas de los demás “y dejas la mía en paz”. Así fue”.

 

Se certificó como Organizadora Profesional en la Escuela Clear & Simple de Marla Dee –una gurú de la organización en Estados Unidos – y en septiembre de 2015 montó su propia empresa de organización personal. “Ordenarte es hoy una realidad gracias a una madre visionaria”, afirma con orgullo.

 

Ordenar es un arte, aunque mucha gente pueda pensar que es más bien un fastidio. Se trata, básicamente, de aprender a colocar las cosas necesarias en el sitio correo. Parece fácil, ¿verdad? Echa un vistazo a tu hogar. “Esto empieza por ser conscientes de todo lo que tenemos, de todo lo que necesitamos y de todo lo que nos sobra”, comenta Pilar Quintana. Normalmente, las personas no son tan desorganizadas como se cree, pero a nadie nace enseñado. Por eso, además de ordenar lugares, Ordenarte enseña un sencillo y eficaz sistema de cinco pasos para “lograr espacios ordenados de personas ordenadas con vidas ordenadas”.

 

Cuando el caos invade la zona vital de una persona afecta mucho más de lo que a simple vista parece. Tener una oficia desorganizada hace que el trabajador sea menos eficiente y, sobre todo, genera mucho estrés. De hecho, cada día se pierde mucho tiempo buscando documentos que no se recuerda dónde fueron colocados por no tener un buen sistema de archivo. Y, al fin y al cabo, es tiempo que dejamos de invertir en nuestras tareas.

 

“Obviamente, cuando intentas concentrarte en el trabajo y todo lo que ves a tu alrededor es desorden, resulta imposible que las ideas en tu cabeza se ordenen a su vez. Para las oficinas, recomendamos que cada día se revise el escritorio y se inviertan los primeros cinco minutos del día en poner orden en la mesa. Verás como empiezas la jornada más motivado y positivo”, aconseja la CEO de Ordenarte y se pregunta: “¿Cuántas veces al día piensas que tienes que organizar tu espacio? ¿Cuántos minutos de tu vida has malgastado culpándote del desorden que has generado?”. Y estas cuestiones genera estrés tanto a nosotros como a los que nos rodean.

 

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¿Tu casa sufre Síndrome de Diógenes? No desesperes. Existe una regla infalible que, si se sigue al pie de la letra, ayudará a desatascar tu hogar: por cada objeto nuevo que entre (ropa, decoración, utensilios de cocina, etc.) debe salir otro. Si es el armario el que parece una leonera, Quintana nos ofrece tres claves para colocar la ropa y que, visualmente, aparezca como oro en paño. “La ropa hay que colgarla por alturas (a la izquierda las prendas largas y a la derecha las más cortas), por colores (de oscuro a claro) y con las perchas adecuadas”. Esto último es muy importante, pues existen para cada artículo de manera que la ropa no se deforma y se cuida mejor.

 

Vivir en 30 m2

Los pisos son cada vez más pequeños. Mucha gente acumula toda su vida en apenas 30 metros cuadrados, por lo que la organización debe ser imprescindible. Para hogares pequeños hay algunos elementos que se deben comprar desde el primer día que se entra por la puerta. En primer lugar, una cama con canapé, el sitio ideal para la ropa de cama, maletas o, incluso, bolsos y zapatos. En segundo lugar, se deben buscar almacenamientos en altura. Para ello, basta con colocar unas baldas encima de la puerta del baño para ubicar las toallas, utilizar el espacio de las paredes de la cocina o colgar gorras o artículos similares en la pared con ganchos adhesivos.

 

Por último la clave está en aprovechar el espacio al máximo: poner cestas dentro de las puertas de los armarios; en la pared de la bañera, incluir un carrito móvil que se desplace y esconde en cualquier sitio; y, sobre todo, comprar cajas para almacenar. Eso sí, sin obsesionarse, no es necesario llenar la casa de ellas.

 

Si los hogares tan pequeños suelen ser difíciles de ordenar, uno de los casos más complicados a los que se enfrentó Ordenarte sucedió justamente cuando comenzaba a caminar la empresa. “La familia que nos llamó llevaba ocho años almacenando todos los trastos viejos dentro de una habitación. Como viven en una casa muy grande, no habían necesitado hacer uso de ella, y la acumulación de objetos no había sido un problema. Hasta que un día tuvieron que acoger durante una temporada a unos huéspedes y se dieron cuenta de que la habitación de invitados era, de repente, necesaria”, relata.

 

Ordenarte, junto con la madre de la familia, estuvo trabajando durante ocho horas en sacar, tirar y decorar la estancia, hasta que volvió a ser un dormitorio en toda regla. De esta manera, la familia se quitó un tremendo peso de encima, y Pilar Quintana se dio cuenta de que su empresa era necesaria en un mundo en el que el caos campa a sus anchas en muchos hogares.

 

Otro caso curioso que comenta fue el de una pareja que necesitaba ayuda para ordenar su dormitorio. “Cuando llegamos a la casa, el armario estaba aparentemente perfecto, con cajas muy bonitas por todo el espacio. El problema surgió cuando las abrimos. Como pasa muchas veces, compramos cajas para evitar ver nuestro propio desorden, ya que pronto se convierten en un cajón de sastre y toca ponerse manos a la obra de verdad”, continúa.

 

Desde entones, esta empresa ha ordenado de todo: casas de particulares, trasteros, oficinas, almacenes, archivos y hasta han realizado mudanzas inteligentes para que llegue todo en condiciones a la nueva casa. Ahora, con la llegada del buen tiempo, lo que más se demanda son cambios de armario, ¡todo un reto!

 

Seguro que ahora verás tu casa con otros ojos y empezarás a desprenderte de todo aquello que lleva años acumulando polvo y que no hace más que ser el principio del caos. Recuerda que una vida ordenada, es una vida feliz, por lo que si no quieres ser devorado por Diógenes, ¡manos a la obra!


@_Guiomar_

Óscar Delgado

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