“Seguiré compitiendo hasta que el cuerpo aguante”

Ricardo Ten siempre ha convivido con el deporte, pero a los 8 años sufrió un accidente eléctrico que le produjo la pérdida de los miembros superiores y una pierna. Un momento que marcó un antes y un después en la vida de Ricardo, en el que comenzó a forjar el carácter positivo y optimista que hoy transmite. Ha practicado todos los deportes que ha querido pero a los 17 años se dio cuenta de que la natación era su objetivo, deporte que le catapultó en los Juegos Olímpicos y con el que dio comienzo su carrera fulgurante, proclamándose 12 veces campeón de Europa, 7 campeón del Mundo y 3 campeón Paralímpico, aparte de batir el récord del mundo en varias ocasiones en su prueba predilecta, los 100 m. braza.Ricardo se propuso ser ‘uno más’ y consiguió ser el mejor en lo que más le gustaba, a base del esfuerzo, el sacrificio, la superación y la humildad que le ha aportado esta destreza deportiva. En 360 Grados Press hemos hablado con él para conocer sus inicios, cómo entrena y qué le aporta como persona este deporte.

¿Qué te llevó a elegir la natación como deporte?

Vi un artículo en prensa sobre una nadadora discapacitada que me llamó mucho la atención y a partir de entonces escogí este deporte y lo convertí en mi forma de vida.

¿Cuántas veces entrenas a la semana, y cuántas horas?

Entreno todos los días de la semana menos el domingo y dedico 8 sesiones de agua y 5 de gimnasio, porque este modalidad deportiva requiere mucho esfuerzo y constancia, como todo en esta vida. Pero lo hago con gusto porque disfruto de cada entrenamiento y de cada bocanada de agua cuando estoy en el campo de batalla, la piscina.

¿Qué te aporta este deporte a nivel personal?        Absolutamente todo. Llevo compitiendo a nivel internacional desde el año 1995 y realmente es mi forma de vida porque me ha formado como persona. La natación me ha brindado muchísimas experiencias, momentos únicos y viajes por todo el mundo además de permitirme conocer diferentes culturas y a uno de los pilares fundamentales de mi vida, mi mujer, la madre de mis dos hijos.

Cosechas cuatro medallas individuales, dos oros, una plata y un bronce. ¿Qué se siente al conseguir todos estos triunfos?

Aunque pueda sonar a tópico, mucho orgullo. Soy consciente de lo realmente difícil que es asistir a unos JUEGOS PARALIMPICOS y yo soy un completo afortunado por haber participado en cinco y haber logrado 6 medallas.

¿Resaltas o recuerdas con especial cariño alguna anécdota desde que empezaste?

Sí. Uno de los mejores momentos que he vivido fue cuando gané la medalla de oro en los Juegos de Sidney. Lo recuerdo con mucho cariño y fue especial porque pude compartirla con mi mujer, que por aquel entonces era mi novia.

¿Crees que el deporte paralímpico está suficientemente valorado dentro de la comunidad deportiva?

El deporte paralímpico está evolucionado a un ritmo muy rápido y cada vez tiene más visibilidad, gracias a los medios de comunicación y a las redes sociales, pero todavía queda mucho camino que recorrer. No obstante, creo que va por buen camino porque ya se nos empieza a considerar deportistas.

Ya en los últimos Juegos Olímpicos comentabas que los dolores empezaban a ganar terreno. ¿Podrían ser estos los últimos o todavía estirarás más la cuerda?

Es verdad que cada vez me cuesta más recuperarme de las lesiones y entrenar con dolor es muy duro psicológicamente pero no pienso tirar la toalla, así que voy a seguir hasta que el cuerpo aguante.

¿Hasta cuándo te ves compitiendo y qué consejo le darías a alguien que está comenzando?

Me veo compitiendo hasta que pierda la ilusión por competir y lo que les diría a los aficionados es que disfruten al máximo todo, aunque no consigan los objetivos marcados porque cada momento es único, irrepetible, y cuando pasa ya no se puede recuperar. Por eso que vivan y sientan hasta el último suspiro.

@InGabarda

Inma Gabarda