El verano resultaba una larga travesía por el desierto hasta no hace mucho, pero los tiempos han cambiado. Ahora, no todas las series se cogen vacaciones. De hecho, uno de los estrenos más esperados va a inaugurar la temporada estival de 2015.
La estética se mantendrá oscura, pero el escenario será diferente: el plano rural queda atrás para pasar al urbano. Concretamente, a una ciudad de California, donde un asesinato desatará la trama que constará de ocho episodios de una hora de duración cada uno. La víctima es el socio de uno de los criminales más poderosos de la zona, Frank Semyon (Vince Vaughn). La correspondiente investigación hará que su camino se cruce con el de Ray Velcoro (Colin Farrell), un policía con las manos manchadas de corrupción; Ani Bezzerides (Rachel McAdams), una íntegra detective que no encaja en el sistema; y Paul Woodrugh (Taylor Kitsch), un veterano de guerra con un pasado a esconder. ¡Ah! Y de por medio, Jordan (Kelly Reilly), la mujer del mafioso protagonista.
Como ya se hizo en la primera entrega, todo el guión ha vuelto a correr a cargo de Nic Pizzolatto, el creador de este drama en forma de antología que dejó tan buen sabor de boca el año pasado. “A veces, la peor versión de ti mismo es la mejor versión de ti mismo” es una de las frases que este primer minuto visible de la segunda temporada sirve como aperitivo para quienes se quedaron nos quedamos con hambre de esos magníficos diálogos de ese True Detective de Matthew McConaughey y Woody Harrelson. El nuevo planteamiento también invita a pensar en personajes complejos y, en la misma medida, cautivadores como en su precedente. Sea como sea, apenas quedan días hasta el 21 de junio para salir de dudas. De momento, lo que no cabe duda es que el verano no tendrá sequía, al menos en términos seriéfilos. Quien no se consuela es porque no quiere.
David Casas
