360gradospress ha hablado con ocho nómadas digitales reconocidos a nivel mundial. Un día decidieron alejarse de oficinas y horarios para emprender una aventura: viajar mientras realizan su trabajo. Un estilo de vida apasionante que, aunque no es fácil, resulta enriquecedor y otorga libertad y flexibilidad. Sólo se necesita un ordenador e Internet. Vamos a conocerlos.
“Recuerdo estar en una hamaca en la selva de Tailandia con mi computadora editando fotos o en un tren rumbo a Budapest escribiendo un artículo y sentirme plenamente feliz”, relata Analucía Rodríguez de Viajar para Vivir, un blog cuyo título ya deja entrever el estilo de vida de esta joven peruana. Analucía es una nómada digital, una persona “que realiza un trabajo que no requiere de una localización específica para completarse y que suple ese requerimiento gracias al mundo digital, explica Valen Correa, founder & chief editor de nomadadigital.org.
Como ellas, existen numerosos nómadas digitales que están recorriendo el mundo mientras realizan su trabajo. Os presentamos a algunos de los más influyentes:
Valen Correa
Además de llevar la comunidad de nómadas digitales y un blog de viajes junto a su pareja (unpocodesur.com) es consultora en temas de SEO. “Así podemos movernos y trabajar sin importar dónde estemos“. De hecho, a Valen la pillamos primero en Italia y luego en Berlín, desde donde nos cuenta que los nómadas digitales surgen “como una opción diferente, tanto para aquellos que no ven una vida de oficina, y que siempre han existido como freelance pero que creen en la libertad de movimiento, como para aquellos viajeros empedernidos que no ven el momento de parar en un solo lugar”. Y apunta: “Es una filosofía de vida“.
Valen explica que un nómada digital debe reunir “disciplina, organización y sentido de la responsabilidad, además de mucha pasión por lo que se haga, sea lo que sea”. Esto último es fundamental, pues trabajan muchas horas, “algunas veces más de las que nos gustaría”; la diferencia es que se trata de algo que disfrutan, como viajar.
José Sáez
“Cuando dices a alguien que vives en Bali es fácil que piense que te rascas la barriga, pero al final el día a día es bastante normal con respecto a una jornada laboral de entre 8 y 10 horas”, cuenta este programador de ElevenYellow, una empresa de software que ayuda a pequeños y medianos negocios a vender más a través de redes sociales.
“Lo más difícil fue conseguir preparar nuestra compañía para trabajar sin necesidad de estar todos juntos. Tenemos parte del equipo en Bali, en España, Filipinas y EE.UU. Cada uno ha decidido dónde quiere vivir”, comenta José. Y es que, como dice, la tendencia laboral se está dirigiendo hacia el trabajo en remoto, ya que hay un porcentaje grande de empleos que no requieren de presencia física.
Ángel Alegre
Autor de Vivir al máximo y de la primera guía en español sobre el ayuno intermitente, decidió que ser nómada digital se ajustaba perfectamente a lo que buscaba tras leer La semana laboral de 4 horas de Tim Ferriss. Ángel, que bebe mucho café (descafeinado), dice que su rutina diaria varía mucho en función de dónde se encuentre y de lo que esté haciendo.
Cuenta con una comunidad fiel a la que muestra que existen otros caminos. “Intento inspirarles a que den el paso contándoles mi historia y la de otras personas que también han decidido llevar una vida diferente y darles las herramientas y el apoyo que necesitan”. De hecho, ayudó a Pablo, de Bikecanine que decidió dejar su puesto fijo de bombero a raíz de leer su libro, vender todas sus posesiones para hacer grandes viajes en bicicleta con su perra Hippie y recaudar fondos para concienciar sobre distintas causas sociales. “Hoy en día somos muy amigos y es una persona a la que admiro profundamente por su valentía”.
Matiza que el estilo de vida nómada tiene sus pros y sus contras, por lo que no se lo recomienda a todo el mundo. “Si echas de menos el poder viajar más, te da igual el no tener un hogar fijo o una rutina y no te importa pasarte muchas horas delante del ordenador, puede ser un buen modo de vida para ti”.
Adrián Rodríguez y Gosia Bendrat
Esta pareja de bloggers y youtubers narran, junto con su hija pequeña Daniela, sus experiencias en www.molaviajar.com. Su trabajo es continuo en cualquier parte del mundo al tener que responder dudas de viajes, editar videos, cerrar campañas o escribir post. De hecho, semanalmente sacan dos videos en su canal y otro para su patrocinador. “Cuando no viajamos, estamos trabajando una media de 12 horas diarias”.
Como el resto de nómadas digitales, a Adrián y a Gosia les aburría sus trabajos de oficina y querían libertad. “No tener un jefe, poder ponerte tu horario y organizarte tú mismo, poder trabajar desde cualquier parte del mundo eso es genial. El trabajo no es fácil, pero cuando lo consigues te sientes increíblemente bien“, cuentan. Además, se han hecho famosos a nivel mundial: en Nueva York, por ejemplo, la gente les reconocía por la calle y les felicitaba por su trabajo.
Analucía Rodríguez
Tras 10 años trabajando en marketing digital, Analucía renunció a su trabajo y dio la vuelta al mundo a la par que abría un blog de viajes que, para su sorpresa, empezó a crecer considerablemente. Destaca la flexibilidad de horarios y de lugares (que tengan Internet), aunque a veces implique “largas horas en las noches o los fines de semana: “Esta libertad es impagable”.
Aunque ser nómada digital depende mucho de la persona, “si realmente quieres aprender lo que es el desapego, trabajar en algo que te gusta y disfrutar de la vida al máximo, entonces sí, ¡que se atrevan! No es fácil, no es constante, hay que esforzarse mucho, pero las recompensas en este increíble estilo de vida, sí que lo valen”.
Vero Boned
El nombre de su blog lo dice todo: Sin Mapa. “Nunca me llevé muy bien con eso de estar encerrada entre cuatro paredes con horarios fijos comenta mis motivaciones estaban en los viajes: en contar experiencias y ayudar a otros a viajar. Así fue como uní mis dos pasiones, viajar y la comunicación, para apostar por un camino difícil pero enormemente gratificante: el del nómada digital”.
El día a día de Vero varía mucho, tanto por las propuestas de los clientes para los que va trabajando como si se encuentra o no en Madrid. Cuando viaja escribe para su web e interactúa en redes sociales, y sigue en contacto con las empresas. “Si necesito detenerme en una ciudad varios días para terminar un trabajo, lo hago. Lo mejor de ser nómada digital es la libertad absoluta para gestionar tiempo, espacios e, incluso, elegir cómo trabajar”, señala. Además, le ha dado tiempo a publicar 121 consejos sobre seguridad para la mujer viajera. “Soy un poco mujer-orquesta“, añade.
Como el resto de nómadas digitales, resalta que no todo es un camino de rosas: “Se precisa mucha paciencia, tenacidad, organización, optimismo, flexibilidad, perseverancia y, sobre todo, ganas”. Vero cree que el secreto de ser feliz con el trabajo “está en el equilibrio“. Ella se siente muy afortunada por poder dedicarse a lo que le gusta y, aunque sabe que no es para todo el mundo, “recomiendo que cada uno haga lo que le haga feliz, y si es nómada digital, que le ponga todas sus ganas y energías y no renuncie al primer traspiés”.
Sergio Salas
Este joven mexicano aprendió con 14 años a hacer diseño web y, por circunstancias de la vida, lleva creando páginas web desde hace cuatro años. Entonces, es cuando se dio cuenta de que podía llevar su trabajo donde quisiera, pues sólo le hace falta Internet. “En los viajes conocía personas como yo, y entonces me di cuenta que era uno de ellos, un nómada digital“.
Sergio comenta que cuando se establece en un solo lugar, “lo cual se traduce en una ciudad por varios meses”, trabaja desde un coworking desde bien temprano. Y luego aprovecha para ver a amigos, salir de fiesta o hacer algo diferente. Otros días decide escalar o visitar nuevos lugares. “La oportunidad de conocer nuevas personas en todo el mundo y ser parte de una nueva cultura es invaluable”, afirma. En su blog cuenta sus experiencias sobre este estilo de vida y, además, va a lanzar un curso sobre ello.