El Hospital Peset de Valencia lo opera con éxito por primera vez en el mundo en un paciente con una enfermedad rara
REDACCIÓN, Valencia. El Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Universitario Doctor Peset ha llevado a cabo con éxito la reparación de un aneurisma de la arteria poplítea (la arteria que cruza por detrás de la rodilla) en un paciente con síndrome Klippel-Trenaunay-Weber, una anormalidad vascular congénita poco frecuente que se caracteriza por angiomas cutáneos (acumulación anormal de vasos sanguíneos) de color vino oporto, varices y crecimiento excesivo de huesos y tejidos blandos.
La intervención, llevada a cabo en el Hospital Doctor Peset, es la primera que se realiza en el mundo en un caso como éste usando cirugía endovascular. De hecho, sólo existe un caso similar descrito en la literatura científica que fue intervenido en Japón usando cirugía abierta, pero nunca antes se había realizado con técnicas mínimamente invasivas.
El paciente, un hombre de 60 años, tenía una aneurisma de la arteria poplítea de 3,4 cm en su pierna izquierda, lo que significa que en ese punto, las paredes de la arteria se habían debilitado y se habían ido dilatando hasta multiplicar por cinco el diámetro normal de esta arteria periférica. La rotura del aneurisma hubiera supuesto una grave hemorragia y la posible pérdida de la extremidad.
El hecho de que el paciente presentase, además, múltiples fístulas arteriovenosas (comunicaciones anómalas entre arterias y venas) y varices en la zona, desaconsejaba la intervención con cirugía abierta para evitar sangrados abundantes, por lo que se optó por la reparación endovascular de la arteria usando cirugía mínimamente invasiva.
Tratamiento quirúrgico
El equipo de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Universitario Doctor Peset llevó a cabo la intervención bajo anestesia local. El acceso hasta el aneurisma se produjo a través de una punción a la altura de la ingle del paciente y, usando un catéter, se introdujo una prótesis plegada que, una vez en la ubicación adecuada, se desplegó y se adhirió a la arteria sana, previniendo el riesgo de rotura y reparando el aneurisma.
Gracias a la prótesis, se consiguió excluir el tramo de arteria poplítea debilitada por el aneurisma. El paciente no necesitó puntos de sutura (el acceso a la arteria fue sellado con un parche) y recibió el alta a los dos días de la intervención tras comprobar que el injerto era permeable, es decir, que la sangre circulaba perfectamente a través de la prótesis y que se había obtenido una normalidad vascular en la pierna.
“Después de ocho meses, el paciente se encuentra en perfecto estado y ha mejorado en gran medida el estado de su pierna izquierda. El hecho de que padezca síndrome de Klippel-Trenaunay-Weber hace que no descartemos que en el futuro tenga más problemas vasculares, no necesariamente aneurismas, pero el buen resultado de la intervención ha permitido que el riesgo de perder la pierna izquierda haya desaparecido”, ha explicado el doctor Eduardo Ortiz, jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Doctor Peset.
Los casos descritos en todo el mundo de aneurismas arteriales asociados al síndrome de Klippel-Trenaunay-Weber son extremadamente raros. Sólo existen seis casos descritos en diferentes arterias: dos en la arteria renal, uno en la arteria cervical transversa derecha, uno en la arteria carótida derecha, uno en la arteria vertebral izquierda y otro en la arteria poplítea izquierda (el que se operó en Japón con cirugía abierta). El caso tratado en el Hospital Doctor Peset sería el segundo conocido de aneurisma en arteria poplítea y el primero que se trata con abordaje endovascular y utilización de prótesis.
Marga Ferrer