Rus y Susana, conductoras voluntarias de la EMT de Valencia, han conseguido tras varios meses de esfuerzo y reuniones para dar vida a su proyecto, que la empresa municipal, en la que llevan trabajando desde hace años, done un autobús con el fin de llevarlo a una comunidad rural de Malí, África, para dotar a los niños y a los enfermos de un medio de transporte escolar. En 360 Grados Press hemos hablado con ellas para conocer más de cerca esta iniciativa solidaria.
Susana, quien ya ha trabajado en varias asociaciones, sabe lo que significa este hito que, ahora comparte con su compañera de viaje, Rus. Son conscientes de que es un camino duro porque el autobús tendrá que recorrer miles de kilómetros y, no en carreteras convencionales, pasar las aduanas y superar las inclemencias meteorológicas. Y todo esto bajo condiciones extremas de calor por la mañana y frío, por la noche. Pero para ellas nada de esto supone un impedimento, al contrario, “es un aliciente para continuar con nuestro cometido”, exclaman.
El 36% de la población de allí vive por debajo del umbral de la pobreza. Existen estudios que revelan que uno de cada dos niños malíes vive en estas circunstacias de penuria y miseria, lo que convierte Malí en uno de los países más pobres del mundo, donde el 65% del país se encuentra cubierto por tierras desérticas y el 80% de la población trabaja en pesca o agricultura. La distancia media que un enfermo recorre para llegar a un centro de salud, es de 16 km y la mayoría lo hacen a pie. Lo mismo ocurre con los los niños, sólo el 44% son estudiantes a tiempo completo en Malí, porque proceden de muchas aldeas alejadas de las escuelas, por lo que tienen que hacer largas caminatas para llegar al colegio y volver a sus casas. Por estas razones, “dotarlos de un medio de transporte es muy útil“, apuntan Rus y Susana.
La aventura dará comienzo a finales de enero, cuando estas jóvenes conductoras pondrán rumbo, por vía terrestre, hasta Malí. “Tendremos que recorrer los casi 5 mil kilómetros que nos separan de nuestros vecinos, saliendo desde Valencia hasta Algeciras, cruzando el estrecho en Ferry, atravesando Marruecos y Mauritania hasta llegar a nuestro destino, donde el autobús servirá como transporte escolar y de enfermos”, explican las promotoras del proyecto.
El reto, cargar el autobús con ‘cajas de sonrisas’, según destacan, y llenarlo de ropa, juguetes, material escolar, calzado, abrigo y todo lo que podamos llevarnos para repartirlo en escuelas y orfanatos, nos explican. “También recogemos productos alimentarios no perecederos, como arroz, latas y leche para distribuirlo en los campos de refugiados que nos vayamos encontrando por el camino”, recalca Rus.
El tiempo apremia pero, mientras tanto, Rus y Susana empapelan las oficinas de la EMT con carteles para informar sobre la iniciativa y reparten ‘cajas de sonrisas’, recaudatorias, por las instalaciones para que sus compañeros puedan aportar su granito de arena que, según nos cuentan, lo están haciendo y con creces. “Hemos tenido muy buena acogida, tanto de la gente de la empresa como de conocidos, amigos y familiares, que han trasladado el mensaje a sus llegados y se han puesto en contacto con nosotras para hacer donativos”, explica Susana.
Y continúa Rus, “la verdad es que es muy gratificante después de todo el trabajo que conlleva un proyecto de estas características ver cómo la gente se implica en mejorar las condiciones de vida de los habitantes de Malí, porque se sienten afligidos por la situación y quieren colaborar en todo lo puedan”.
Rus y Susana se sientes encantadas de ser la correa de transmisión de todo ese apoyo material que están brindando las familias, para ayudar a los niños y enfermos que están atravesando por una situación complicada y tienen la certeza de que, todo el esfuerzo estará recompensado cuando lleguen allí. Aún con todo, siguen abiertas a todo tipo de contribuciones para que quien quiera pueda colaborar con la causa, donando ropa, comida, juguetes o material escolar, poniéndose en contacto con Rus y Susana en su página de Facebook.
@InGabarda
Inma Gabarda