Los belenes salpican la geografía española en la versión más tradicional de las fiestas
V.S., Galicia. Ó.D., Valencia. A.T., Barcelona y D.B., Madrid. 400 años sin belén en la catedral de Valencia, ocho meses para fabricar más de 400 figuras entre Jerez de la Frontera y la Murcia de Salzillo, cada una adaptada al tamaño que pretende conceder sensación de profundidad al visitante, recreación del puente extremeño de Alcántara enclavado en la ciudad santa de Jerusalén, colas interminables que rodean el Miguelete para entrar a verlo y la Navidad que se mastica. Un ejemplo a lo grande de una manifestación secular con la que España se reviste de tradición. Los belenes decoran la celebración de las fechas navideñas con su presencia en pueblos, barrios y ciudades desde versiones clásicas a propuestas más modernas, adaptadas a todos los gustos. 360gradospress ha emprendido un recorrido por la versión más tradicional de las fiestas que ahora comienzan.
En Valencia este año han puesto el belén en la catedral, cuatro siglos después, con un trabajo de ocho meses detrás de un planteamiento clásico y monumental y un trabajo heredado del arte murciano, donde las escenas del belén tienen un sitio en los libros de arte. En Madrid llama la atención la muestra organizada en la Casa de Vacas de El Retiro, donde un coleccionista anónimo que no ha querido que su nombre trascienda a la luz pública ha cedido versiones de la escena del nacimiento hechas con papel, convertidas en puzzle, en clásicas tarjetas de aguinaldo, en sellos o en láminas. Poblaciones catalanas como la de Terrassa recurren, no sin polémica por parte de los más tradicionalistas, a láminas de acero que forman un nacimiento extraplano, frío y modernista en el que los vecinos pueden introducir sus mejores deseos para 2009 en una especie de árbol de Navidad futurista. Los hay más modestos o sencillos, los que se ubican en cientos de miles de viviendas o en cuadras, como la de un vecino de Marcón (Galicia) que ha querido recrear el portal de Jesús donde el resto del año pastan animales.
Hasta la llegada de los Reyes Magos los aficionados a este tipo de manifestaciones lúdico-religiosas podrán aprovechar para recorrer los belenes repartidos por la geografía española y adaptar su percepción del Nacimiento a su sentido más religioso o folklórico.
Redacción Valencia