La diferencia entre un gesto y una acción #WelcomeRefugees

Los miles de refugiados que a diario llegan a las costas europeas han copado decenas de portadas de periódicos, cientos de minutos en informativos de radio y televisión y millones de tuits. Las administraciones públicas, desbordadas, han optado por mirar hacia otro lado al mismo tiempo que lucen gestos de apoyo hacia quienes huyen camino de un mundo mejor. Otros, en cambio, actúan con una labor silenciosa y encomiable. Son historias que merecen ser contadas.

 

 

“Todo empezó con unas fotos que aparecieron en redes sociales de cuatro niños ahogados en una playa. Pensamos: si nosotros nos dedicamos a esto y lo hacemos en nuestras playas, ¿por qué allí se están muriendo y nadie les ayuda?”. Esta es la reflexión de Óscar Camps, director de Proactiva Open Arms, una ONG de Badalona de reciente creación que lleva desde hace dos meses trabajando en la isla de Lesbos, en Grecia, para ayudar a los refugiados que llegan a la costa griega.

 

Óscar cuenta que llegaron a Grecia con los poco más de 15.000 euros que tenían ahorrados. El dinero salió de sus bolsillos. Todos son socorristas profesionales. Se acercaban a un drama que había dado la vuelta al mundo apenas unos días antes con la imagen de un niño ahogado en una playa de Turquía. Entonces todo el mundo habló del drama que estaban (¡y están!) padeciendo los refugiados. Una semana después de que se publicara aquella fotografía el Ayuntamiento de Madrid colgaba de uno de los balcones que dan a la Cibeles una pancarta que reza ‘Refugees Welcome’. A día de hoy sigue a la vista. Desde Proactiva Open Arms aseguran que desde el mismo momento en que decidieron ponerse en marcha y viajar a Grecia pusieron su misión y sus necesidades en conocimiento de diferentes organismos públicos. No obtuvieron ninguna respuesta.

 

“Apenas dos horas después de llegar a Lesbos ya estábamos en el agua salvando vidas”, explica Óscar desde Barcelona. “Cuando estás allí no paras. Tenemos varios rescates todos los días y cada quince días rotamos los equipos porque es un trabajo físicamente agotador y psicológicamente no se puede imaginar”.

 

Sólo el primer mes consiguieron que pisaran tierra de manera más segura veinte embarcaciones al día con unas cincuenta personas en cada una de ellas, es decir, unas mil personas diariamente. No son sólo embarcaciones que naufragan, hay otras a las que asisten porque quienes las manejan no tienen conocimientos de navegación y van directas contra acantilados. Siempre con decenas de personas a bordo huyendo de la guerra. Según la Organización Internacional para las Migraciones, más de trescientas mil personas han intentado llegar a Grecia a través del Mediterráneo en lo que va de año. Buena parte lo han hecho en Lesbos, que en los últimos tres meses ha recibido unos dos mil inmigrantes al día. “La crisis de los refugiados es el acontecimiento más grave que he visto en 25 años de profesión”, zanja Óscar Camps.

 

El pasado día 3 de noviembre Proactiva Open Arms había conseguido más de 250.000 euros gracias a 3.700 donantes (entre ellos 360 Grados Press). Según informan a través de la página web, gracias a estas ayudas tienen recursos suficientes para quedarse en Lesbos hasta mediados de enero.

 

Será en pleno invierno, cuando el agua esté más fría y las condiciones del mar más complicadas.

 

 

 


@JavierMontesCas

Ana Bellido

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