El mundo está al revés y tú lo sabes. Y sabes que las pocas luces que alumbra al hombre se empeñan en que viaje a oscuras. Pero no haces nada porque respirar es una acción bajo sospecha. Las personas fabrican minas anti-personas y buscan siempre el mejor ángulo para devorar al prójimo.
La codicia, el orgullo, la mentira son armas de destrucción masiva,elementos que reinan en este universo que quema al hombre y hace que camine conlos pies sangrando.
Vivimos en un mundo de zorros que guardan el gallinero, de sacerdotes quenos corrompen, de ídolos que reinan en el barro, de personas que ya dudan sison personas o esa roca que desafía al viento.
La solidaridad murió de frío en algún portal, la generosidad se ahogó en unpozo, la lealtad quedó mutilada por una espada que llamamos individualismo yotros llaman desesperación.
Lo peor de una noche sin luna es que la noche camina descalza y borra elrastro; pero todavía es peor una esperanza falsa, la luz de una vela artificialmanipulada.
El mundo que conocemos no conoce a nadie, solo percibimos una voz que saledesde las alcantarillas y ordena disparar contra el hombre de la calle. Hoyvuelves a ser un número, esa cifra que nunca llega a su destino y espera a untren que jamás salió de la estación.
Hoysomos Ucrania, Venezuela y más que nunca España, el mismo lugar que el hombremaldijo y escupe al hombre; ese mundo al que le arrancaron los ojos ypreguntamos por su alma, un alma que vimos en el desierto y noreconocimos.
Foto: Carmen Vela
Marcos García