Esta crisis que sobrevuela como un buitre carroñero nuestras cabezas no pasa de largo de la redacción del periódico de provincias en el que escribe, sirve cafés y plancha camisas Peláez.
Los difíciles momentos que nos ha tocado vivir se reflejanen los cables llegados esta semana a la redacción de 360 Grados Press, como aquel en el quedescubrimos que cincuenta mil personas se presentaron a una entrevista detrabajo para un puesto de redactor de internacional o la tristeza que embargóal jefe de Peláez al descubrir los malos momentos por los que atraviesa elpueblo griego. De este mundo cruel trata de escapar el periodista escribiendosobre diversos temas y su jefe dedicándose a practicar, a su manera, el reiki.
Jueves 10 de mayo
¡Jefe! ¿Ha visto eso?
¿El qué, Peláez?
Toda esa multitud en la plaza. Habrá como cincuenta mil personas.
¡Oh, mierda! Sabía que iba a pasar.
¿Tiene usted algo que ver, jefe?
Digamos que todo.
¿Ha convocado una manifestación?
Ni loco, Peláez.
¿Entonces?
Puse un anuncio de trabajo.
¿Para qué puesto?
Redactor de internacional.
Me interesa, jefe, ¿cuáles son los requisitos?
Doce pagas al lustro, disponibilidad para viajar,disponibilidad para quedarse, coche y avioneta propios, saco de dormir y tiendaiglú para las noches de cierre y, lo más importante, conocimientos depreparación de cafés y lavado en seco de trajes de Inditex.
¿Tendrá que vestir traje un periodista?
No, Peláez, podrá ir con los típicos chalecos deexplorador llenos de bolsillos y lamparones. Son mis trajes los que tendrá quelimpiar.
Quizás me inscriba, jefe
¡Contratado!
¿Ya? ¿Sin entrevista?
Sí, no se hable más. Diga a esos de ahí afueraque se dispersen.
Viernes 11 de mayo
Peláez, ¿dónde está Ramírez?
Se ha ido a casa, jefe, le dolían los brackets.
¿Se refiere a los huevinos?
No, jefe, el aparato dental.
¡Ah! Hable en español, leñe, la lengua de Gonzalo del Bierzo.
De Berceo
¿Donde el botillo, no?
Me temo que no.
Vaya
¿y quién va a ir a cubrir el partido defútbol si no está Ramírez?
Tendré que ir yo, no hay nadie más
.
¿Pero no tenía que hacer una entrevista alConcejal de Turismo de Botellón?
Sí, iré en el descanso. Espero que no descuentemucho el colegiado.
¿Pita un abogado?
No, es un sinónimo.
Luego dicen que es una liga profesional, siarbitran hasta los sinónimos.
Ya ve. En fin, jefe, me voy para el estadio.
Es usted la repera, Peláez.
Por cierto, quería pedirle un día libre…
¡No abuse, Peláez! Que le doy la mano y coge elbrazo gitano ¿Cuándo sería?
El próximo veinticinco de diciembre.
Imposible.
¿Por qué? Me gustaría pasar ese día con lafamilia.
Hasta nueva orden, Peláez, su familia soy yo.Venga, tire para el estadio.
Apesadumbrado me voy, jefe.
Sí, mejor, que en autobús va a tardar demasiado.
Lunes 14 de mayo
¿De qué escribe de modo tancompulsivo, Peláez?
De mercados volátiles, jefe.
¿Contrabando de pichones?
No, mercados en los que cambia con frecuencia y rapidez el precio de losactivos.
Muy bien, Peláez, siga así, dándole a la teclita
ahora bien, ¿cree que esointeresa a alguien?
No lo sé, pero es mi obligación contar lo que pasa, jefe, somos notarios dela realidad.
Sí, pero cobramos como becarios, Peláez.
Sobre todo yo.
Sabía que me iba a salir con eso.
Es que ya es demasiado tiempo sin ver un euro,jefe
Deje de mirarse el ombligo, Peláez, no es más queuna puta cicatriz.
Martes 15 de mayo
– ¿Qué le pasa, jefe?
– Me he liado, Peláez, ayúdeme.
– ¿Y qué hago?
– Páseme la pierna por encima de la cabeza y desenrédeme los dedos de los pies.
– ¿Mejor?
– Sí, gracias. Uf, ¡qué mal rato!
– ¿Qué estaba haciendo?
– Trataba de alinear los chacras, Peláez, los tenía manga por hombro.
– ¿Hace usted reiki, jefe? No lo sabía.
– Es la primera vez, pero no sé si lo repetiré,prefiero otras técnicas.
– ¿El yoga en un clima de total relajación?
– No, la siesta bajo un chopo.
– Ya veo. Bueno, me voy a cubrir lasmanifestaciones.
– Tenga cuidado, la calle estaba llena de turistas
– Indignados, jefe.
– Y alemanes, los hay de todas partes.
Miércoles 16 de mayo
-¿Por qué solloza, jefe?
–Me dan pena los griegos, Peláez.
-Sí, están jodidos .
-Volveré a estudiar latín en sincero homenaje aesas gentes
-Ellos hablaban griego, jefe, no latín.
-Usted qué sabrá, Peláez. Yo estuve allí en el85, en la cúspide de las pirámides.
-Eso es Egipto.
–A mí me la sudan las fronteras, Peláez, que lequede claro.
–Están bien, jefe
-Lloro por mis hermanos helenos. Con lo que hasido ese pueblo
-La cuna de la civilización.
-Cuna no sé, pero qué jugadores: Gallis,Yannakis, Fassoulas. Eso era balonmano.
-Baloncesto, jefe.
-Ellos jugaban a lo que les daba la gana, Peláez.
-Puede ser
-¿Y qué me dice del yogur?
-El mejor del mundo, jefe.
-Pues tráigame uno.
–¿De Grecia?
-Del Lidl, Peláez, que parece usted tonto.
Estefanía G. Asensi