Cómo vender libros en Twitter y lograr ser TT

Miguel de Cervantes ha vuelto a los titulares de los periódicos. Esta semana incluso se llegó a colar en los Trending Topic de Twitter. El motivo fue la noticia desvelada por un grupo de investigadores que confirmaron -a medias- que los restos mortales localizados en el suelo de la cripta de la iglesia de las Trinitarias, en el barrio de las Letras de Madrid, corresponden al novelista universal, aunque es cierto que mostraron cautela ante la falta de una prueba definitiva de ADN.

 

El hallazgo, como casi todos los que tienen ‘algo de especial’, corrió como la pólvora por Twitter donde hace ya unos cuantos meses se escriben a diario varios tuits de la principal obra de Cervantes, ‘El Quijote’. Su autor es Diego Buendía, especialista en informática, jubilado, apasionado lector y residente en L’Hospitalet de Llobregat. El se propuso compartir las aventuras y desventuras del ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha en 17.000 tuits. Para ello creó la cuenta @elquijote1605 que acumula más de 7.000 fieles. De momento lleva algo menos de un tercio de la novela por entregas más curiosa del mundo que concluirá el 22 de abril de 2016, el día en el que se cumplirá el cuarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes.

 

Su manera de promocionar la literatura es peculiar. Para nada pretende sacar rendimiento económico. Quizá sí quienes se encargaron de airear a bombo y platillo el hallazgo de los huesos en la iglesia de las Trinitarias, y seguro pequeñas, medianas y grandes editoriales que han encontrado en las redes sociales un nuevo canal de promoción y difusión de los nuevos títulos que inundan las estanterías de las asfixiadas librerías. ¿Cuánto hace que no sacan la cartera en una? Se suele decir que el proceso por el que un lector descubre y compra un libro de un autor desconocido para él resulta un completo misterio y siempre se han esgrimido tres factores clave: el boca a boca, los medios de comunicación y la exposición del libro en un lugar adecuado de una determinada tienda. Ahora, también incluyen a Amazon y a Facebook y Twitter.

 

Hachette, un gigante de la edición, anunció hace unos meses que estaban trabajando en una fórmula para vender libros directamente a través de Twitter. A finales de 2014 cerró un acuerdo con Gumroad, una plataforma que permite convertir Twitter en una especie de tienda online, y desde el 11 de diciembre ya está en funcionamiento de forma experimental, aunque de momento no han desvelado ningún dato sobre resultados.

 

Nadie sabe qué empuja al comprador a elegir un libro. Está claro que el nombre del autor, el título de la obra, el renombre de la editorial o incluso la portada son factores determinantes pero ¿cómo se consiguen vender muchos ejemplares? Tim Ferriss, autor de ‘La jornada laboral de 4 horas’, arrasó al superar el millón de ventas en Amazon sin invertir un euro en publicidad, ni giras para presentar el libro, ni redes sociales, ni email marketing… Su secreto no lo desveló porque tiene previsto lanzar nuevos títulos. Sin embargo cada vez son más las editoriales que han puesto su foco en las redes sociales como canal de venta de libros en papel.

 

Si me permiten un poco de autobombo déjenme empezar por 360 Grados Libros. Con apenas seis meses de vida y un solo libro en catálogo, la editorial -la nuestra- se ha ido labrando una reputación online y ha conseguido que el libro ‘Peláez. Historias de un periodista de provincias’ trascienda más allá del círculo de amigos y familiares del autor, prologuista, diseñador, ilustradora y editores. Es el ejemplo de una editorial ‘pequeña’ aunque las ‘grandes’ también apuestan por las redes sociales. Basta el ejemplo de Planeta que acumula más de cien mil fieles seguidores -¡ojo a la cifra!- e incluso ha hecho suyo el hashtag #territoriolector o el caso de Alianza Editorial que se autodescribe en twitter como “twitter oficial. La cultura, la ciencia y el ocio al alcance de todos los lectores” o el de Tusquets Editores que desde junio de 2010 ha ido labrándose una legión de seguidores que ya supera los 50.000.

 

Algunos pensarán que son sólo cifras pero ¿a qué negocio, sea el que sea, no le gustaría tener la posibilidad de poder lanzar su mensaje a ese número de personas? De lectores de libros, mejor no hablar aunque a nadie le quepa la menor duda de que libros se seguirán vendiendo, al menos, mientras nosotros estemos vivos. Para futuristas, la pitonisa Lola. ¿Cómo se venderán? Muchos creen que sólo se venderán en Internet, otros que convivirán las librerías de toda la vida con la red y otros que aparecerán nuevas fórmulas de comercialización que ni siquiera aún conocemos pero vinculadas a la red de redes. Yo me quedo con una frase que escribió Jacinto Llorca en Twitter: “escribo libros de cómo vender, pero la gracia es cuando el lector descubre que todo va de ayudar a comprar y ser EL ELEGIDO. #CasiNá”.


@JavierMontesCas

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