Sólo tenemos unos minutos para hablar con ella, pero sin duda merece la pena. La actriz María Galiana (Sevilla, 1935), que ganó el Goya a la Mejor Actriz de Reparto por la película “Solas” de Benito Zambrano, se muestra agradable y accede a la pequeña conversación encantada.
Aunque por un breve espacio de tiempo, -el Ave no espera a nadie- hemos tenido la oportunidad de charlar con la andaluza María Galiana, quien interpretó a los 50 años su primer papel y ahora, con 80, sigue totalmente en activo. Se asoma a los hogares españoles a través de la pequeña pantalla metida en el papel de doña Herminia de la serie “Cuéntame”; un personaje que, de alguna manera, la ha convertido en la abuela de todos. Galiana se sigue subiendo también a las tablas del teatro, aunque se confiesa una amante del cine. De esa magia siempre estuvo prendada, como también de su trabajo de profesora de Historia en un instituto de su Sevilla natal.
Si cuando escribía en la pizarra ante sus alumnos alguien le hubiera dicho que triunfaría de lo lindo como actriz ¿le habría creído?
No, no. De ninguna manera. Yo ni quise ser actriz, ni lo pensé ni se me pasó por la cabeza. Para nada. He estado de profesora hasta que me jubilé a los 65 años. Entonces se me presentaron una serie de ocasiones, me ofrecieron alguna vez un papelito en alguna película y yo lo he aceptado; pequeñas intervenciones en películas
Y, finalmente, cuando ya estaba a punto de jubilarme, en el año 98-99 -me jubilé en el 2000-, surgió la posibilidad de hacer la película Solas. Ya fue el lío de cuando me dieron el Goya. Yo seguí por supuesto el último año dando clase. Me jubilé y, a partir de ahí, ya me han llovido los contratos.
¿Qué es lo que más disfruta de esta profesión?
El cine. Lo que más me gusta es el cine. Sin dudarlo. Yo he sido una cinéfila toda mi vida. Enorme. Me parece magia. El cine es una cosa que defiendo a capa y espada. Pero desgraciadamente en España ahora mismo se hacen muy buenas películas, pero muy pocas. Y las personas tan mayores como yo, tenemos muy pocas posibilidades.
Pero ahora está triunfado sobre las tablas
Como el teatro me gusta mucho también y disfruto a horrores, pues me estoy dedicando a ello porque está claro que es donde tengo posibilidades.
Acaba de bajar el telón de la obra “Conversaciones con mamá”, donde ha trabajado con Juan Echanove durante dos años. ¿Habla usted largas horas con sus hijos?
No demasiado. Hablo lo suficiente, pero como no me meto en sus vidas y como no interrogo, nunca los someto al tercer grado. Nunca estoy “y esto por qué y dónde has ido
”. No. Yo soy una persona muy prudente, bastante callada en el sentido de que espero que las cosas vayan viniendo. Me voy enterando, pero muy rara vez intento sonsacar. Muy poco. No hablo yo mucho con mis hijos (risas).
¿Qué le ha aportado su compañero de teatro?
He aprendido muchísimo con Juan Echanove. Una barbaridad. Porque yo de teatro hay muchas cosas que no sabía porque soy bastante novata en el sentido de que no conozco montones de técnicas que todavía están muy lejos de mis posibilidades. He hecho algunas otras funciones anteriores, pero Juan ha sido el que más me ha enseñado. He funcionado con otros directores y algunos, muy buenos. He trabajado con José Luis Gómez, Miguel Narro, Pedro Álvarez Ossorio
Pero ahora, como es una función en la que estoy todo el tiempo en el escenario, que soy coprotagonista y que en una hora y media no salgo para nada de las tablas, eso me supone un aprendizaje muy grande.
Ha sido profesora, ama de casa con cinco hijos- y actualmente actriz. ¿Está viviendo ahora para usted?
A mí no me ha dejado nunca de gustar lo que he estado haciendo. Me gusta muchísimo guisar, me gusta muchísimo ser ama de casa
Ama de casa en el sentido amplio de la palabra; limpiar no me gusta, por supuesto. Siempre he tenido quien me lo haga. Me gustó muchísimo la docencia. No es que ahora esté haciendo lo que me gusta, sino que no estoy simplemente jubilada sin tener nada que hacer. Eso sí. Yo, por ejemplo, quince años que llevo jubilada, desde los 65, pues me hubiera aburrido como una ostra. Los mismos quince años que estoy haciendo “Cuéntame”.
Ahora que lo menciona, doña Herminia, su personaje en “Cuéntame”, la ha convertido en la abuela de todos los españoles. ¿Qué tiene ella para levantar tantas pasiones?
Yo creo que tiene mucha verdad. Fundamentalmente es una abuela que funciona como la mayoría de las abuelas: con sentido común, haciendo de su vida algo en función de los demás, procurando que haya paz en la casa, que se porten bien sus hijos, sus nietos y que no haya tiranteces. Es una persona que nunca malmete, que nunca intenta cotillear para que haya posibilidades de encontronazos. Y eso es lo que creo que gusta. Que hace la paz.
José Manuel García-Otero